La investigación sobre el sexo en microgravedad se da en medio de las preocupaciones por el crecimiento del turismo espacial.
Científicos de la Universidad de Crandfield del Reino Unido han publicado un artículo en la que advierten sobre los de tener sexo en el espacio.
En el estudio publicado, los investigadores cuestionan a las empresas presentes en la industria del turismo espacial, preguntando si realmente han considerado estos potenciales casos en el espacio y argumentaron con evidencia los efectos que pueden tener sobre una posible concepción en microgravedad.
Los peligros de sexo en el espacio
El artículo busca que las empresas puedan acordar realizar una norma de no tener relaciones sexuales en el espacio.
"No es realista suponer que todos los futuros turistas espaciales se abstendrán de actividades sexuales", se lee el comunicado de prensa de Cranfield sobre el artículo, "abriendo la posibilidad de que la concepción humana y las primeras etapas de la reproducción humana ocurran en el espacio".
Para los científicos, existen una serie de motivos negativos para esta práctica que se extienden desde la incomodidad del acto en gravedad cero hasta consecuencias en la salud de un feto.
“Nuestro conocimiento de los efectos de estos ambientes espaciales en la etapa temprana de la reproducción humana y la consecuencia a largo plazo para la descendencia humana está en pañales. Los posibles resultados perjudiciales incluyen los de naturaleza biológica, por ejemplo, anomalías del desarrollo en la descendencia humana, y los de naturaleza social y comercial, por ejemplo, litigios, daños a la reputación y pérdidas financieras”, señalan.
Incluso después de la exposición, los espermatozoides podrían tener efectos de radiación hasta los tres siguientes meses.
Renuncia legal
Se sugiere que los participantes de los vuelos firmen una renuncia legal que establezca que “los participantes son los únicos responsables de las consecuencias si conciben durante o poco después del vuelo espacial”.
Previamente, la NASA también ha prohibido el sexo en sus naves espaciales.
Jonathan Miller, un ingeniero de la NASA con más de 30 años de experiencia, bromeó una vez: “El sexo en el espacio está sobrevalorado. Por un lado, el número de posiciones se reduce a la mitad... Y luego hay que agregar ataduras y restricciones... bueno, pensándolo bien, no importa".
Eso sí, este escenario es muy lejano aún. Actualmente, un vuelo al espacio por solo 10 minutos en gravedad cero cuesta desde 400 mil dólares en la empresa Virgin Galactic. Las propuestas de SpaceX y Blue Origin van desde las decenas de millones de dólares.
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