La Federación Internacional del Automóvil, ente regulador de la F1, ha trazado el objetivo de reducir las emisiones de carbono durante las competencias, y propone la de combustibles sostenibles.
Ser un deporte directamente asociado al alto consumo de combustible es un estigma con el que la Federación Internacional del Automóvil debe vivir. Para reducir las emisiones de carbono, la FIA ha decidido invertir en investigaciones para el desarrollo de combustible orgánico y sostenible, como parte de su plan para la reducción en el año 2030.
Esto responde a una a amplia hoja de ruta establecida por el ente regulador de las competiciones automotrices, que ha establecido algunos criterios por desarrollar y mantiene la política de aliento a las marcas proveedoras de la F1 para que puedan desarrollar su propia solución en el mediano plazo.
Junto con este pedido, la FIA ha enviado a las marcas constructoras varios barriles de muestra con este compuesto para que comiencen sus pruebas internas. Parte de esta decisión pasa por las constructoras para que puedan usar combustible sostenible al desarrollar una nueva arquitectura para el empuje del motor. Si bien se establece un plazo para las marcas en 2026, los resultados podrían llegar un año antes.
Además, las firmas competidoras en la categoría más importante del automovilismo mundial deberán incorporar una tasa no menor al 10% de biocombustible este 2021.
El presidente de la FIA, Jean Todt, dijo que "la FIA asume su responsabilidad de liderar el deporte del motor y la movilidad hacia un futuro con bajas emisiones de carbono para reducir los impactos ambientales de nuestras actividades y contribuir a un planeta más verde".
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