Buscar
RPP Noticias
Estás escuchando En vivo
 
00:00 / 00:00
Lima
89.7 FM /730 AM
Arequipa
102.3 FM / 1170 AM
Chiclayo
96.7 FM / 870 AM
Huancayo
97.3 FM / 1140 AM
Trujillo
90.9 FM / 790 AM
Piura
103.3 FM / 920 AM
Cusco
93.3 FM
Cajamarca
100.7 FM / 1130 AM
La información más relevante de la actualidad al momento
Actualizado hace 0 minutos
Entrevistas ADN
Desde el sábado puerto de Chancay comenzará a operar carga, anunció gerente general adjunto del concesionario
EP 1748 • 08:36
El Club de la Green Card
¿Quiénes pueden recibir la pensión de un familiar fallecido en EE.UU.?
EP 124 • 01:30
RPP Data
¿Qué hacer para que Lima Metropolitana no siga creciendo de forma desordenada?
EP 237 • 02:58

COVID-19: ¿En qué se diferencia la inmunidad de las personas contagiadas y la de las vacunadas?

Es cierto que la inmunidad natural de los pacientes que han padecido COVID-19 induce una gran cantidad de anticuerpos que incluso podrían durar toda la vida.
Es cierto que la inmunidad natural de los pacientes que han padecido COVID-19 induce una gran cantidad de anticuerpos que incluso podrían durar toda la vida. | Fuente: Andina

Si pretendemos comparar la inmunidad natural y la que confieren las vacunas, hay que tener en cuenta que al vacunar buscamos una respuesta inmunológica que neutralice al virus y además nos ofrezca protección a muy largo plazo.

Todas las noticias en tu celular
¡Únete aquí a nuestro canal de WhatsApp!
Carmen Álvarez Domínguez, UNIR - Universidad Internacional de La Rioja

En pocos meses hemos logrado superar el 30% de la población vacunada en España. Y eso invita a reflexionar sobre cómo es la inmunidad que adquirimos. ¿Es equivalente la inmunidad natural que confiere ser infectados a la que aportan las vacunas frente a COVID-19? ¿Podemos medir con pruebas rápidas esa inmunidad?

Para empezar hay que tener en cuenta que la inmunidad natural tras la infección está condicionada por las distintas tácticas con las que el virus SARS-Cov-2 intenta esquivar al sistema inmune. Además, el virus es capaz de mutar y generar variantes que también pueden ser más transmisibles y virulentas, lo que también afecta a la inmunidad que genera.

Hay que indicar que ambas habilidades son diferentes. Que el virus alcance mayor transmisión implica que podría esparcirse con facilidad a un mayor número de personas, como ocurre actualmente con la variante delta, candidata a convertirse en la variante dominante en poco tiempo. Sin embargo, una mutación que generara mayor virulencia aumentaría la gravedad incluso con una infección muy pequeña, algo que afortunadamente no ha sucedido de momento con SARS-CoV-2.

Cómo se mide la inmunidad

En principio, la inmunidad natural se podría hipotetizar como más amplia porque implica una respuesta inmunológica frente a un número más alto de antígenos que la respuesta inmunológica a una vacuna con un único antígeno. Este es el caso de muchas de las vacunas actuales frente a COVID-19. Algunas usan como antígeno la proteína S completa (AstraZeneca o Jannsen), y otras solo la región de unión al receptor de entrada del virus, llamado RBD (Pfizer o Moderna).

Pero también hay que hacer aquí una salvedad, porque existe la posibilidad de crear vacunas frente al virus inactivado, como han hecho para la vacuna de SinoVac. En ese caso, la respuesta inmunológica que induciría sí sería frente a todas las proteínas del virus.

Lo que parece indiscutible es que no es sencillo medir la respuesta inmunológica. La respuesta de anticuerpos, conocida como inmunidad humoral, sí se examina con tests serológicos rápidos. En cambio, la respuesta de las células T o inmunidad celular no se puede evaluar con ninguna prueba rápida.

Por último, si pretendemos comparar la inmunidad natural y la que confieren las vacunas, hay que tener en cuenta que al vacunar buscamos una respuesta inmunológica que neutralice al virus y además nos ofrezca protección a muy largo plazo.

Lo que dicen los datos

Dicho todo esto, los datos que tenemos hasta el momento nos indican que las personas que se han infectado generan una respuesta inmunológica frente a la proteína S que es bastante inferior que la respuesta inmunológica que generan las vacunas, tanto de ARN (Moderna y Pfizer) como de adenovirus (AstraZeneca o Janssen).

Por otro lado, es cierto que la inmunidad natural de los pacientes que han padecido COVID-19 induce una gran cantidad de anticuerpos que incluso podrían durar toda la vida. Sin embargo, la infección por el virus no genera mayor número de anticuerpos neutralizantes que las vacunas de ARN, por ejemplo. Más bien es al revés: los anticuerpos que se producen tras inmunizar con vacunas de ARN reconocen mejor al enemigo que los inducidos por la infección natural. Y lo mismo ocurre con las vacunas de adenovirus.

El matiz “neutralizantes” al hablar de anticuerpos es importante, porque evalúa la capacidad de estos anticuerpos para bloquear al virus. Ese análisis de su función ofrece más información sobre la protección que los test serológicos, que solo examinan cantidad de anticuerpos frente al virus.

En cuanto al problema de las variantes, las vacunas de ARN, adenovirus y proteínas recombinantes con una pauta de vacunación de dos dosis generaron suficientes anticuerpos neutralizantes frente a las variantes beta, alfa y gamma. Respecto a la variante delta no hay aún estudios clínicos.

Conclusión: vacunarse es fundamental

En definitiva, todos los estudios reflejan que la inmunidad de los vacunados induce más protección que la inmunidad natural. Vacunarnos es fundamental, incluso si ya hemos pasado la COVID-19.

Otra conclusión indiscutible es que merece la pena realizar muchos más estudios de anticuerpos neutralizantes con todas las vacunas disponibles. Por un lado, para comparar entre ellas y con los anticuerpos neutralizantes de los pacientes COVID-19, ya sean asintomáticos, leves o graves. Pero también para realizar estudios epidemiológicos que evalúen la importancia de las vacunas en la pandemia.The Conversation

Carmen Álvarez Domínguez, Bioquímica y bióloga molecular, inmunológa, experta en vacunas y profesora de investigación en Procesos Sanitarios en la Facultad de Educación y Facultad de Ciencias de la Salud, UNIR - Universidad Internacional de La Rioja

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.

The Conversation

The Conversation Rigor académico, oficio periodístico

The Conversation ofrece comentarios informados y debates sobre temas de relevancia global. También es un canal accesible para conocer los últimos avances y descubrimientos de las universidades y los centros de investigación.

Tags

Lo último en Medicina

Lo más leído

Suscribirte al boletín de tus noticias preferidas

Suscríbete a nuestros boletines y actualiza tus preferencias

Buzon
Al suscribirte, aceptas nuestras políticas de privacidad

Contenido promocionado

Taboola
SIGUIENTE NOTA