Desde el blog El Crítico, se analiza la cinta protagonizada por Antonio Banderas. "Almodóvar expone sus heridas, sus deseos y hace referencias a toda su carrera", sostuvo.
"Aunque el personaje se llama Salvador Mallo, no es ningún secreto que Salvador Mallo es Pedro Almodóvar", comentó hace meses Antonio Banderas al recibir el galardón a mejor actor, en los premios Cannes 2019, por su protagónico en “Dolor y Gloria”.
POR: JULIO ESCALANTE
En "Dolor y Gloria", Pedro Almodóvar es Salvador Mallo. A través de este personaje de ficción, un director de cine que no siente ganas de volver a filmar, Almodóvar expone sus heridas, sus deseos y hace referencias a toda su carrera. Es la historia de un artista famoso, homosexual, solitario, que en la vejez regresa a la memoria de sus primeros años y al cine como adicción y medicina.
"Dolor y Gloria" es una historia de dolor físico y emocional, y de esa gloria hecha de retazos, esos momentos en los que uno fue feliz pero no lo sabía. Dolor y gloria como los dos extremos de una vida. También la película está contada en dos momentos que se alternan. En la actualidad con Salvador Mallo (Antonio Banderas) y sus permanentes problemas de salud, múltiples dolencias que atiende con medicamentos y con heroína. Es aquí que vuelve a ver a dos personas muy queridas de su pasado y son reencuentros en los que hay complicidad pero también resignación.
En el segundo momento están los años de su infancia y la estrecha relación con su madre (Penélope Cruz), cuando se mudan a un nuevo pueblo, a una casa que en realidad es una cueva de paredes blancas. Es el espacio de su prehistoria, donde nace su amor por los libros, las películas y las estrellas del cine, un lugar de descubrimientos que marcarán su vida.
Lee la crítica completa de "Dolor y Gloria" en el blog El Crítico.
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