Los derechos de filmación del superhéroe arácnido provocaron un conflicto entre los estudios de Sony y Disney. Pero el actor que da vida al 'Hombre Araña' hizo una llamada que salvó las negociaciones.
En octubre pasado, según una información de The Hollywood Reporter, el actor Tom Holland se encargó de realizar varias llamadas a los presidentes de Disney y Sony para que retomasen las negociaciones sobre las cintas de Spider-Man, que quedaron rotas en agosto.
Al respecto, el pasado 4 de diciembre, el mismo Tom Holland reveló durante una entrevista al presentador Jimmy Kimmel en su programa el tema de esas conversaciones. Holland aseguró que, efectivamente, contactó a Bob Iger, máximo directivo de Disney. Pero la llamada le tomó por sorpresa y "con tres cervezas encima".
LA LLAMADA GANADORA
“Estamos en la D23, que es una gran convención de Disney, y la noticia salió y yo me quedé destrozado. Estaba realmente enfadado. Pregunté su podía conseguir el e-mail de Bob [Iger], porque quería darle las gracias”, dijo el intérprete del superhéroe arácnido a Jimmy Kimmel.
Al obtener el correo electrónico, se comunicó con Iger de inmediato. “Le envié un mensaje y me respondió muy rápido diciendo: ‘Me encantaría hablar contigo por teléfono en algún momento. ¿Cuándo estás libre?’. Y tú no pones a Bob Iger en espera. Tú respondes: ‘¡Cuando quieras, Bob!’”, indicó.
La llamada del directivo, sin embargo, llegó por la noche, cuando Tom Holland se encontraba en un bar local. “Llevaba tres cervezas encima, no había comido mucho. Recibo una llamada de un número desconocido y pienso: ‘Creo que es Bob Iger, pero estoy borracho’”, manifestó.
Durante la conversación que mantuvo con Bob Iger, el discípulo de Tony Stark confesó haber llorado. “Estaba muy triste, porque sentía que estaba llegando el final. Teníamos un plan realmente bueno con Sony, las películas de Spider-Man aún tenían un futuro muy brillante, pero habría sido una vergüenza sacarlo del MCU”, sostuvo.
EL PLEITO
Hasta entonces, ambos gigantes del entretenimiento pactaron que las películas en las que Spider-Man fuera protagonista serían de Sony, propietaria de los derechos desde 1985 y que se llevaría la mayor parte de los beneficios, a cambio de que Disney pudiera incluir al superhéroe como un personaje más en el resto de películas de Marvel Studios.
Pero Disney quiso reconsiderar el acuerdo y compartir con Sony tanto la financiación como los beneficios derivados de las películas sobre el héroe arácnido al 50%, algo que, según fuentes de la industria, rechazó Sony.
Ante esta ruptura, Tom Holland contactó tanto a Bob Iger, máximo directivo de Disney, como al presidente de Sony Pictures, Tom Rothman, para que reconsiderasen sus posturas e hicieran caso a los miles de fanáticos decepcionados con la situación.
La postura del intérprete, de 23 años, para defender su interés -y el de Spider-Man- era muy ventajosa: Para Sony protagonizó este año "Spider-Man: Far From Home", la cinta que más dinero ha dado al estudio en sus 95 años de historia, con más de US$ 1.100 millones recaudados en todo el mundo.
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