El actro reconoció que no había dimensionado el trabajo que hay detrás de una película de Star Wars.
El actor mexicano Diego Luna, quien promociona la película "Rogue One", el nuevo episodio de historias alternas de Star Wars, dijo que trabajar en la famosa saga supuso para él "una presión y una expectativa" que no había sentido en otros proyectos.
Luna explicó que desde su primer encuentro con el británico Gareth Edwards, director de la cinta, su imposibilidad de hablar de la trama y la reserva que rodeó la filmación llegaron a tal grado que él no ha visto la película terminada.
"Yo normalmente me dedico a hacer la película y luego a tratar de llamar la atención para que alguien venga a verla, pero aquí es al revés; llevo un año diciendo que todavía no puedo decir nada, todavía no está lista", dijo a la radiodifusora W Radio.
"Pero hay una presión y una expectativa que yo no había sentido en ningún proyecto", añadió.
Relató que Edwards se puso en contacto con él para ofrecerle ser parte del proyecto, le contó la historia y Luna aceptó. "Yo crecí viendo estas películas y para mí fue una oportunidad de reconectar con mi infancia, cuando yo me fui formando como público", explicó.
Reconoció que no había dimensionado el trabajo que hay detrás de una película de Star Wars y contó que se volvió "más fanático" de la saga al pertenecer a ella.
"Todo es gigantesco. La construcción de los sets te sorprende, todo está hecho al detalle, todos los botones de las naves sirven para algo, las naves se mueven", apuntó.
Esa participación en la saga le dio a Luna la posibilidad de ser inmortalizado mediante un personaje que ya tiene un muñeco de acción con el sello de Star Wars.
El actor, de 36 años, interpreta a Cassian Andor, un capitán rebelde y oficial de inteligencia con experiencia en combate, asignado para vigilar a Jyn Erso (Jones), una joven que enfrenta al Imperio Galáctico.
EFE
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