Más películas peruanas se estrenan en los cines cada año, pero todavía es poco si lo comparamos con lo que pasa en Argentina o Brasil.
El cine peruano ha mostrado un crecimiento sostenido en los últimos años. Si en 2012 se lograron estrenar apenas ocho cintas nacionales, en 2016 las cifras fueron más generosas: 24 producciones peruanas llegaron a las salas comerciales. Sin embargo, todavía hay mucho camino por recorrer si lo comparamos con lo que ocurre en otros países de la región.
Por ejemplo, en México se estrenaron 78 películas nacionales en el año que pasó. En Brasil fueron 140 producciones locales que llegaron a ver la luz en 2016. Lo de Argentina es resaltante: 173 cintas se estrenaron en las salas comerciales de ese país en el mismo año. Estas cifras no son fruto de la casualidad, se deben en su mayoría al apoyo del Estado y el sector privado.
Pocos recursos. Mientras que el Estado peruano destina al sector cinematográfico aproximadamente S/ 7,2 millones, Brasil cuenta con el Fondo Sectorial Audiovisual (FSA), cuyos recursos en el último año fueron de 224 millones de dólares. Y no se trata de dinero público, sino de un fondo de inversión de donde los directores toman el dinero y después tienen que devolverlo, según detalla el diario El País.
¿Qué le falta al cine peruano para alcanzar cifras similares? Una parte importante la juega el Ministerio de Cultura a través de su Dirección del Audiovisual, la Fonografía y los Nuevos Medios (DAFO), que financia proyectos audiovisuales a través de los concursos que promueve anualmente.
"Han sido años de fortalecimiento de la institucionalidad en materia de cine. Los productores y gestores saben que cada año los concursos nacionales de cine son convocados. Hace tres años participaban 250 proyectos (cinematográficos) anualmente y el año pasado cerramos con 475 proyectos, casi el doble. Eso da cuenta de una actividad muy dinámica y plena efervescencia", señaló Pierre Vandoorne, quien lleva 4 años como director de DAFO.
Bien recibidas. Hay cintas peruanas que han logrado gran audiencia y compiten en taquilla con las grandes producciones de Hollywood. En 2013, Asu mare se convirtió en la película más vista en Perú, superando a cintas como Iron Man 3 y Rápidos y furiosos 6. "Los promotores del cine de países vecinos reconocen que en el Perú está ocurriendo un fenómeno único. El público está yendo masivamente a ver cintas nacionales", cuenta Vandoorne
También está la otra cara de la moneda. El cineasta Jonatan Relayze culminó en 2015 la realización de Rosa Chumbe, películas elogiada por la crítica, pero que hasta ahora no se estrenó comercialmente. Otro caso es el de Solos (Joanna Lombardi), que fue retirada de las salas de cine a los pocos días de estrenarse. Por situaciones como esta, frecuente en los multicines, muchos productores reclaman una nueva Ley del Cine.
Más salas para estrenos. "Debe haber un sistema que permita que las películas de autor, películas de género y comerciales tengan un espacio de difusión en los cines, en circuitos alternativos”, explica Paco Bardales, director y crítico de cine. Él propone promover la proyección de películas en provincias, donde está el 70% de la población peruana, que no necesariamente cuenta con la mejor infraestructura para ver cine.
En esa misma línea, cineastas y actores reclaman tener una cuota de pantalla en las salas comerciales. La lógica detrás de esta propuesta es asegurar que las películas peruanas se proyecten en más cines para alcanzar una mayor audiencia. Sin embargo, en una entrevista con el diario El País, el actor, director y hoy ministro de Cultura, Salvador del Solar, dijo que no apoya esa propuesta. "No estoy de acuerdo con afectar el esfuerzo privado de los exhibidores, forzándolos a sostener películas que no consiguen convocar al público".
Existe un ejemplo poco alentador sobre el tema de la cuota de pantalla y viene de Chile. Los gremios audiovisuales y las salas de cine comercial de ese país firmaron un convenio en 2014 para beneficiar a las producciones locales. El acuerdo contemplaba mejoras en los horarios de exhibición, una presencia asegurada de por lo menos dos semanas en las salas de cine y la descentralización de los estrenos.
El público no respondió como se esperaba. Solo una película chilena superó los 300 mil espectadores, las otras siete que le siguieron apenas superaron los 10 mil asistentes. Hubo una película que solo fue vista por 30 personas, a pesar de que estuvo más de un día en la salas.
La esperada ley. Durante años se ha venido hablando de una nueva Ley del Cine para este 2017. "Yo creo que si nos alineamos todos y encontramos un punto común, en cuanto a la visión del cine nacional, vamos a llevar a buen puerto esta iniciativa legislativa", dice Vandoorne. "Podría hacerse este año".
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