'Django: Sangre de mi Sangre' pasó los 300 mil espectadores en su segundo fin de semana y su protagonista y productor dejó abierta la posibilidad de realizar una tercera.
Por: Michael Livia
Django: Sangre de mi Sangre ha recibido el respaldo de los espectadores. A pocos días de cerrar su tercera semana de estreno, el filme protagonizado por Giovanni Ciccia y Emanuelle Soriano ya ha pasado los 300 mil espectadores.
El buen recibimiento del público permitió al actor hablar de la posibilidad de que Django pueda tener una tercera entrega en la pantalla grande. Una idea que ya había adelantado el director de la película, Aldo Salvini.
Conversamos con Giovanni Ciccia, protagonista y productor de esta cinta, para saber qué tan probable es que el delincuente más famoso del cine peruano vuelva con una tercera entrega.
Él hizo un alto a su participación en el rodaje de la secuela de Margarita para conversar con nosotros de este y otros temas.
Por lo visto, el público ama a Django…
Sí. En la segunda semana de estreno hemos llegado a los 230 mil espectadores y antes de terminar la tercera ya hemos pasado los 300 mil. Esto es completamente gratificante para todos los involucrados en esta película. Además, lo interesante es que es el único estreno para mayores de 18 en cartelera. Es decir, estamos compitiendo con películas que son aptas para toda la familia y aun así estamos dando la pelea.
¿Qué sientes al ver esta respuesta por parte del público?
Para mí es doblemente gratificante porque he sido productor de este proyecto, yo lo he generado. Para mí es un sueño, es un logro personal. Y para la gente que ha trabajado aquí, me he dado cuenta que es un proyecto que a muchos de ellos los ha emocionado. Más allá de hacer la película o de chambear, es participar de la secuela de algo que consideran importante, mítico o nostálgico. Todos han querido ser parte de esto con mucha emoción.
¿A qué crees que se debe el éxito de ‘Django: Sangre de mi Sangre’?
En verdad, es algo que nadie sabe. Hay distintos motivos y distintos tipos de éxito. El haber hecho la película ya es un éxito. Que el público la recepcione bien es otro éxito. El primer éxito se debe al trabajo de toda la gente que participó. El segundo, el éxito comercial, tiene que ver con que se trata de que esta película es una cinta muy emocionante, una película que te atrapa de inicio a fin, que te entretiene mucho, que no baja su potencia y que el público sale tocado del cine. Todos salen con un tipo de emoción del cine.
¿Qué te dice a ti la película cada vez que la has visto?
Yo he visto la película muchas veces durante la producción. Pero completa, como espectador, la he visto 10 veces y todavía se me eriza la piel. Hay escenas que hacen que me quite el sombrero por el trabajo de Aldo Salvini, de Micaela Cajahuaringa y de Karimn Zielinski porque han creado con su ojo, con su foto y con su música, atmósferas muy emocionantes, de mucha emoción, incluso para aquellos que ya han visto la película.
Hace poco, Aldo Salvini habló de la posibilidad de una tercera entrega.
La película está escrita para tener, tranquilamente, otro episodio. Se puede seguir contando una historia. Las ganas las tenemos.
¿Qué hace falta?
Lo más importante es que las empresas apuesten por el cine peruano. El cine que hacemos es comercial, no es un cine que busca premios nacionales o internacionales, sino un cine que apela a la marca. En este caso hemos tenido auspiciadores fuertes y gracias a ellos se ha podido hacer, con éxito, esta película. Si las empresas privadas se dan cuenta que la gente quiere ver este tipo de productos, sería más factible traer una tercera entrega.
¿Qué tanto ha cambiado la industria del cine peruano desde la primera entrega de Django?
Los cambios han sido impresionantes. No solo un cambio a nivel cine. Es un cambio del Perú. El Perú del 2002 es muy distinto al de ahora. Hemos crecido en distintos niveles y eso ha salpicado a todo, y de alguna manera en el cine. Cuando se hizo Django: La Otra Cara, probablemente se hacían dos o tres películas al año en el Perú, en el mejor de los casos. Y todas películas con una sola mirada. Hoy tenemos cine de autor, comedia, acción, terror. Eso no había hace 15 años. La industria ha crecido y hemos generado que la gente vaya a ver nuestro cine. Ese es el gran cambio.
Dices que el cine de hoy es más comercial. Aun así, hay filmes peruanos que están representándonos en festivales internacionales, como Retablo, de Magaly Solier. Entonces ¿En qué camino está el cine peruano?
El cine peruano tiene una gran historia de premios internacionales. Somos un cine, básicamente, de premios y fondos internacionales. Nuestro cine se ha hecho así. Recién estamos pisando el suelo comercial. Yo creo que el camino de nuestro cine es la diversidad, es tener muchas propuestas, muchas opciones. Para poder hablar de nuestro cine, para poder compararlo, para poder decidir, para poder competir y demás, la diversidad es importante. Y no solo en nuestros cines, en la sociedad, la diversidad es importante.
Volviendo a Django ¿Cuán importante es este personaje para tu carrera?
Bastante. Hasta hace dos años, era un chiste que algunos me recuerden por Django y yo lo celebraba y me podía reír y repetir algunas frases de la película. Pero hoy se ha convertido en algo más importante, porque se ha convertido en mi primer proyecto cinematográfico detrás y delante de cámaras, que es algo muy emocionante de hacer.
¿Es la primera vez que produces un filme?
Hasta antes de Django había estado ligeramente comprometido en la producción de Margarita y trabajando como actor, o en el teatro donde sí hacía de productor y director. Pero ahora he generado un proyecto. He pasado a ser el actor de Django a tener un hijo que se llama Django. Eso es bien fuerte y bien importante para mí y para mis intereses y me abre puertas para seguir produciendo películas o dirigiendo más cine en algún momento.
Ese es tu gran objetivo…
Sí. Tú sabes que mi primera apuesta siempre ha sido el cine, es lo que siempre me ha gustado. Pero es el medio más caro y difícil de acceder y uno, artísticamente, se mueve en todas partes. Pero el gran sueño siempre ha sido hacer películas. Hoy me siento más cerca que nunca de ese sueño.
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