“Estoy interesado en la ciencia de solucionar problemas”.
Sydney Brenner, premio nobel de medicina 2002
Algunos países en el mundo han reducido la inversión en investigación y desarrollo, frente a otros considerados líderes del desarrollo económico y que han comprendido que la única forma de sostener esa supremacía es destinar un gran porcentaje de sus recursos a este rubro. Así, los países de la élite pertenecientes a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) destinan en promedio 2.5 % de su producto bruto interno (PBI) en investigación y desarrollo frente a los países latinoamericanos que, en promedio, invierten solo el 0.56 % de su PBI en este rubro. Si analizamos de forma particular la inversión en este rubro por país, tenemos que EE. UU. destina el 3.45 % de su PBI; China, el 2.40 %; Brasil, el 1.21%; Chile, el 0.34 %; Colombia, 0.29 % y el Perú, solo el 0.17 %.
Los esfuerzos realizados en el Perú aún son exiguos, sobre todo por falta de recursos económicos del Estado. Sin embargo, también existen otros problemas como la falta de políticas claras que promuevan la inversión del sector privado en proyectos de investigación y desarrollo. Las empresas privadas pueden tener aliados estratégicos en las universidades, donde podrían auspiciar proyectos de investigación no solo puramente académica, sino también aplicada. Estos proyectos no solo podrían beneficiarlas de manera directa, sino que también permitirían financiar un ecosistema de investigación, tan necesario para apoyar el desarrollo económico nacional.
Otro elemento esencial de la investigación es el científico que decide, por voluntad propia y vocación, dedicarse a esta labor que, si bien no siempre es la más lucrativa a nivel profesional, le permite disfrutar de otras satisfacciones como aportar a la generación de conocimiento, cuya última finalidad debería ayudar a resolver problemas de las organizaciones y de la sociedad.
En la entrevista mencionada, Brenner afirma que un buen científico necesita tener dos personalidades diferentes. Por un lado, debe ser abierto, creativo, cuestionar constantemente las cosas y tener ideas. Por otro, debe ser capaz de realizar el trabajo e ir en línea recta a través de paredes, si es necesario, para llegar donde quiera. El premio nobel recomienda a los jóvenes investigadores que disfruten de su independencia y que tengan confianza en ellos mismos.
El Perú es un país con mucho potencial para desarrollarse y ser líder mundial en ciertos sectores económicos, como la agroindustria y la minería. Se encuentra en proceso de consolidarse como un destino turístico y gastronómico de primer nivel en Latinoamérica. Investigaciones que acompañen este desarrollo podrían llevarnos a obtener aún mejores resultados a mediano y largo plazo, pero es necesario que el Estado, las empresas privadas, las universidades y la sociedad en su conjunto comprendan que una nación que no invierte en investigación y desarrollo compromete seriamente su futuro.
En aras de potenciar los conocimientos de la comunidad académica del país en torno a la investigación, cabe mencionar que la Universidad ESAN, a través de su Vicerrectorado de Investigación, brindará charlas de capacitación gratuitas durante la Semana de la Investigación que se realizará del 15 al 18 de noviembre. El evento reunirá a expertos nacionales e internacionales, quienes dictarán 11 charlas de capacitación, de las cuales 9 serán virtuales, gratuitas y de libre acceso para el público en general.
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