La creciente competencia laboral nos ha encontrado en posiciones más demandantes, trabajos más especializados y un mercado laboral que cada vez está dispuesto a ofrecer más para conseguir la plaza. En medio de esta batalla campal que libran los profesionales de este país, algunos se preocupan por escoger empresas donde ofrezcan el balance entre la vida personal y laboral. Sin embargo, según Annastiina Hintsa, podríamos estar cometiendo una equivocación al buscar un balance entre estos dos ámbitos, pues la vida es una sola y debemos de aceptar que el trabajo es parte de ella.
Una parte que no logramos conciliar es que muchos trabajan para obtener un descanso el fin de semana, proveer de alimentación a nuestra familia y obtener un mejor desempeño que nos lleve a una mejora en el puesto laboral, todo esto a costa de nuestra salud, de empeñar horas inclusive fuera de nuestro horario de trabajo y de llegar hasta el burnout de nuestras capacidades. Sin embargo, el bienestar personal no es una herramienta para poder ofrecer un desempeño laboral sostenible. En realidad, es el centro y cimiento de nuestra capacidad.
Mayoritariamente creemos en la idea equivocada que nos enfrentamos a una disyuntiva entre nuestro bienestar personal y el desempeño laboral, como dos conceptos que actúan como el agua y el aceite. Nada más alejado de la realidad, pues dar tiempo para nosotros y cuidar de nuestro bienestar no es algo que debamos destinar a las vacaciones como una recompensa tras jornadas de trabajo; todo lo contrario, es el motor, combustible y timón para nuestro desempeño en toda actividad.
No obstante, las personas no valoramos nuestro bienestar personal lo suficiente hasta que atravesamos un episodio de burnout laboral, en el que el cuerpo nos desconecta de nuestra vida diaria para poner atención a nuestras prioridades de salud. Es en este proceso que los jefes, gerentes, directivos o líderes debemos apoyar a nuestros trabajadores a priorizar su salud y bienestar personal, especialmente en estos tiempos demandantes, antes que su deber profesional. Nuestro apoyo puede empezar desde simples pasos como enfatizar el respeto del horario laboral, la gestión de tiempo y la escucha activa.
Últimamente cuidar de nuestros colaboradores será también cuidar de personas íntegras, preparadas y dispuestas a ofrecer un mejor desempeño.
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