
¿Es cierto que todos se van? Paisana, paisano. ¿Ha escuchado usted decir últimamente que el Perú se está vaciando? ¿Que todos nuestros jóvenes se están yendo porque las cosas van muy mal? Seguramente sí. Y cuando la escucha, se llena de preocupación, porque parece que nos estamos quedando sin futuro.
Pero ¿qué tan cierta es esa afirmación? Lo invito a que la miremos juntos con más calma y, sobre todo, con datos. Es cierto que en los últimos años el número de peruanos que viaja al exterior ha crecido. Y que podría llamar la atención que más de medio millón de peruanos salieron del país solo en el primer trimestre de este año. Pero no todo el que viaja pretende emigrar. Y más bien, paisana, paisano, solo se considera oficialmente inmigrante a quien no regresó en un periodo de al menos 12 meses.
De hecho, si la cifra de salidas creció mucho luego de los casi dos años de cierre de fronteras por el COVID, en los años siguientes la cantidad se ha ido normalizando. Es cierto que preocupa que hoy el 57% de los peruanos quisiera irse del país, según la encuestadora Ipsos. Pero eso no es nuevo. Pues en el 2017 fueron 65%. Y en el 2005, 77%. Es decir, querían irse 20% más que ahora.
Además, paisana, paisano. No es cierto que para todos los jóvenes peruanos salir al extranjero fue siempre un deseo importante. Lo que ocurre es que antes hacerlo era más difícil que ahora. Si yo me fui a hacer mi doctorado y no regresé en cuatro años, hoy en la maestría de dirección de marketing que dirijo, los alumnos en un viaje de pocas semanas estudian en Barcelona y aprovechan para conocer Europa. No olvidemos además un punto clave. Nuestra moneda estable y nuestra economía creciente, con todos sus problemas, dan la posibilidad a más peruanos de organizar y planear esos viajes.
Cosa más difícil en países con moneda menos confiable. Pero incluso con ello, si 5 500 peruanos fueran a estudiar a Estados Unidos en el 2024, 5 500. La cifra de colombianos fue de 10 000 y esa era muchísimo menor a la de mexicanos y brasileros. Por eso, paisana, paisano, el verdadero desafío está en no escandalizarse sin mirar bien las cifras ni tampoco impedir que nuestros jóvenes salgan. El reto es más bien crear las condiciones para que regresen y pongan al servicio del país lo aprendido afuera. ¿Qué podemos hacer juntos para lograrlo?
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