La partida de Benedicto XVI el 31 de diciembre del 2022 significó una sentida pérdida para la iglesia y el mundo. Joseph Ratzinger fue testigo de un siglo convulsionado. Nace en Alemania en 1927, en Baviera, zona históricamente católica. Conoció el horror de la guerra y vivió de cerca la terrible dictadura de la Alemania nazi.
Muy joven, participó en el Concilio Vaticano II (1962-1965), el cual marcaría su vida. Como teólogo y hombre de fe, se comprometió a que esta fe llegue a los hombres en una época de cambios radicales. La teóloga Daniela Emmerich, argentina de nacimiento y con muchos años de servicio en la Iglesia en el Perú, está elaborando su tesis doctoral sobre la Cristología de Benedicto XVI. Como especialista en la teología del Papa emérito, nos explica cinco de sus frases más conocidas.
1.- Cristo no te quita nada y te lo da todo. (Homilía en la Misa de Inicio de su Pontificado, 24 de abril del 2005)
“Para Joseph Ratzinger el tema central es Cristo. El siglo XX ha sido muy convulsionado y relativista, pues pone en peligro la verdad y termina comprometiendo la identidad de Jesucristo”, explica Daniela Emmerich.
“Jesús de Nazaret, que vivió hace dos mil años, es Cristo. El cristiano debe amarlo, seguirlo y entregarse a él como lo que es. ¿Qué es? No es un revolucionario, no es un simple carpintero a quien tengo como modelo, sino que es el hijo único del Padre”, señala la teóloga.
Para ella, “esa es la novedad radical entre el cristianismo y otras religiones. Si bien en las otras religiones encuentras propuestas de valores, experiencias religiosas, interés por el mundo y a grandes hombres, la diferencia radical es que en el cristianismo hablamos de Cristo como hijo único de Dios”.
2.- Cooperadores de la verdad. (Lema elegido como obispo. Se encuentra en el versículo bíblico 3Jn,8).
“Benedicto XVI señala que: el hombre por naturaleza busca la verdad. Pero la sociedad contemporánea se desvía del concepto de verdad y te propone que la verdad sea subjetiva y dependa de cada hombre. Ante eso, el papa emérito se preguntaba: ¿La verdad está en el hombre o es objetiva?”, dice la experta.
“Para Ratzinger la verdad es objetiva, la verdad es el Verbo, el hijo de Dios. Y en esto Ratzinger es fiel seguidor de San Agustín y Santo Tomás, cuya frase ´Conságrales en la verdad´, complementa la frase de Benedicto XVI. Los tres reconocen que Cristo es esa vida en la verdad, por la verdad y para la verdad”, dice.
3.- Dictadura del relativismo. (Concepto utilizado en la homilía en la Misa Pro Elingendo Pontífice, el 18 abril de 2005)
“Benedicto XVI fue consciente del regalo y don de la fe, de Cristo y la verdad. Para él, vivimos en una dictadura del relativismo. Esa dictadura del relativismo nos va a llevar a numerosas deformaciones sobre el ser humano. ¿Quién es el hombre?”
“La verdad siempre va a estar relacionada con la antropología, porque en el fondo, se trata de defender la verdad sobre el hombre. Benedicto XVI dice que cuando se deforma la verdad, se pone en peligro al hombre. Para unos el hombre es un ser material, para otros un ser movido por sus pasiones o un constructo social”, puntualizó Emmerich. Pero el hombre es más que estas visiones reduccionistas. “El hombre es hijo de Dios, llamado a vivir la plenitud en la comunión de amor·”, agrega la experta.
4.- Sólo quien conoce a Dios, conoce la realidad y puede responder a ella de modo adecuado y realmente humano. (Discurso inaugural del Papa Benedicto XVI en Aparecida, el 13 de mayo del 2007).
Daniela Emmerich recoge la respuesta del Papa Benedicto XVI a la crítica que se hace a los cristianos sobre que la religión nos aparta de los verdaderos problemas del mundo. Pareciera que vivir la fe nos hace olvidar las situaciones políticas, económicas y materiales, presentadas como la realidad concreta.
“Benedicto XVI dice: ¿Son sólo realidad los bienes materiales, los problemas sociales, económicos y políticos? Y señala que ese fue el error de las ideologías, sobre todo del marxismo, que falsifican el concepto de realidad amputando el fundamento de lo real que es Dios.
Por eso “solo quien reconoce a Dios conoce la realidad y puede responder a ella de modo adecuado y realmente humano”, explica Emmerich, quien agrega que “a Dios lo reconocemos presente y actuante en Cristo”.
“No es que Cristo nos aleje de la realidad y nos haga pensar en un mundo idilico o en un futuro en la otra vida que te hace resignarte, sino que te hace partir del yo ¿Quién soy yo? Es en Jesucristo donde puedo ver quién es el hombre y quién es Dios. Finalmente, saber quien soy yo, y de esa manera nos comprometemos con la realidad, no con la ficción que presenta la ideología”, señala la experta en Benedicto XVI.
5.- No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida (….) Jesucristo. (Encíclica Deus Caritas Est n.1)
Aspecto importantísimo del magisterio de Benedicto XVI es la centralidad de Jesucristo, comenta la teóloga Emmerich. Esta magnífica frase, presente en la primera encíclica del Papa Ratzinger, pone de relieve que Jesús es para nosotros católicos la referencia primera de nuestra existencia creyente, no es un ideal, sino Alguien concreto con el que puedo vivir y que transforma mi propia vida. “Jesús es Dios y creer en él, recalca Emmerich, nos permite ingresar en la vida misma de Dios, que es la Caridad, es decir, el Amor (con mayúscula), lo único que puede hacernos plenos y felices. Sin Jesús no hay salvación, que es lo mismo que decir que no hay felicidad auténtica para el ser humano”.
Finalmente, la teóloga argentina nos recuerda que la importancia de Jesucristo en el pensamiento del papa Benedicto XVI se deja ver en su bellísimo libro “Jesús de Nazaret”, publicado entre los años 2007-2012. Si bien no es enseñanza magisterial, sí muestra con suma claridad el amor del Papa por Jesús. Amor que se manifiesta en sus últimas palabras, antes de expirar: “Jesús, te amo”.
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