Hace 130 años, los salesianos —rama masculina— e Hijas de María Auxiliadora —rama femenina de la congregación— llegaron al Perú un 28 de setiembre de 1891. El año de su llegada al país coincide con los tres años después de la muerte de su fundador, San Juan Bosco, en 1888.
¿Quién fue Don Bosco? Un sacerdote italiano nacido en 1815 en la región Piamonte, norte de Italia, en una familia de campesinos. Su padre muere cuando él tenía dos años. A los nueve, tuvo un sueño que entendería con el tiempo, en el que Jesús le pedía ser guía de niños y jóvenes más necesitados.
Luego de estudiar en una escuela en el campo, su madre lo envía a una escuela pública en la ciudad Chieri con diversas familias. Juan tenía que estudiar y trabajar, pues su madre Margarita no podía costear sus estudios. Aprendió muchos oficios, hizo amistades y desarrolló su liderazgo.
Después de estudiar, decide entrar al seminario diocesano de Chieri. Tenía 20 años. Seis años después de mucho esfuerzo, estudio y grandes amistades se ordena sacerdote en 1841. Fue a trabajar a las cárceles, y comprendió los riesgos que afrontaban los jóvenes de Turín. Ahí nacerían los oratorios.
“El objetivo de Don Bosco fue empoderar a la juventud en riesgo, explotada en las fábricas en Piamonte, a través de una educación católica. Los acoge, les enseña un oficio para que, aprendiendo a leer y escribir, pudieran firmar un contrato y no ser explotados”, explica el historiador David Franco.
David Franco Córdova, historiador de la congregación de los Salesianos en el Perú, señala que “la respuesta de Don Bosco, que fue contemporánea al marxismo, tenía una salida a la cuestión obrera pero dentro de la lógica cristiana. Eran dos respuestas muy distintas a la misma situación”.
Don Bosco crea el oratorio en el barrio de Valdocco en Turín, en 1846. Eran espacios para orar y formarse. Se impartían talleres de carpintería, herrería, sastrería y encuadernación para tener mejor desempeño e ingresos. Margarita, la madre de Don Bosco, ya anciana, aceptó ir a Turín a ayudarlo.
En 1859, Don Bosco funda la congregación salesiana y en 1872, con ayuda de María Mazzarello, una joven italiana que venía haciendo lo mismo con niñas y jóvenes de Mornese, pueblo cerca de Turín, funda a las Hijas de María Auxiliadora, rama femenina de los salesianos, que se separó de la congregación por orden pontificia en 1906.
“Ese modelo, iniciado en Turín, comienza a expandirse a otras zonas del norte de Italia y luego a otras urbano industriales en Europa como Francia y España”, explica Franco Córdova. La primera expedición fuera de Europa llegó a Buenos Aires en 1875 para encargarse de una iglesia y un colegio.
La Congregación Salesiana llegó el Perú el 28 de setiembre de 1891. Despues de 43 días de viaje, trece misioneros, de los cuales nueve eran Hijas de María y cuatro salesianos, llegaron al país y fueron recibidos por autoridades religiosas y del gobierno, según explica Franco Córdova.
“La contribución de la familia salesiana ha significado un gran aporte a la educación de los sectores sociales menos favorecidos del Perú. El trabajo de empoderamiento de sectores populares a través de la educación ha permitido una contribución a la democratización del país”, comenta.
Los salesianos no solo tienen frentes educativos como colegios y Centros de Formación para la Producción Técnica, sino también frentes pastorales como parroquias, centros de acogida para jóvenes en riesgo, así como la Fundación Don Bosco, para canalizar donaciones.
Por tradición, los salesianos educaban a varones y las Hijas de María, a mujeres. Actualmente hay obras educativas mixtas como el Centro de Educación Básica Alternativa (CEBA) en Breña, el colegio Rosenthal de la Puente en Magdalena, el de Ucayalli, entre otros.
Para más información sobre la congregación salesiana en el Perú ingresa a: http://salesianos.pe
Comparte esta noticia