El autor de "Días laborables", una sátira del mundo corporativo y un viaje de crecimiento del protagonista, conversó con RPP Noticias sobre su novela.
Un oficinista estancado en su trabajo, que bien podría ser cualquiera; un líder espiritual junto con otros excéntricos personajes; y un onírico mundo criminal son algunas de las claves de "Días laborables", primera novela de Diego Otero. El humor negro y los elementos oníricos son elementos de la narrativa, para lo cual el autor se inspiró en películas de David Lynch e Ingmar Bergman; así como las novelas Raymond Chandler.
"Empieza siendo una sátira del mundo corporativo o del mundo del hiperconsumo y, por la mitad, se va torciendo hacia una situación más gansteril, pero con elementos surrealistas. La segunda mitad más parece una pesadilla del protagonista que algo real", comentó Otero quien participó en el Facebook Live de Lee Miércoles, bloque dedicado a la literatura que se transmite todos los miércoles en el Facebook de RPP Noticias. "Es un personaje gris y termina liberado de este mundo oficinesco que representa el estancamiento para él. Hay un nuevo comienzo".
En "Días laborables", el escritor retrató con sátira el mundo corporativo como contrapeso al capitalismo. "Vivimos en un mundo en que lo único importante es el mercado. Me parece que la literatura es un vehículo para criticar esas cosas, sobre todo en Perú porque no hay contra contrapesos", comentó. Además, el mundo oficinista le parece que "representa el costado negativo de la humanidad contemporánea. Estamos en una vorágine de consumo que es una locura, nos está matando, y lo que produce es un narcicismo fácil que a la larga no nos da felicidad", agregó.
Sus personajes femeninos ─la novia Rita, la practicante─ no son pasivos; son fuertes, con actitud y decisión que intervienen en la historia. "Siempre he visto a las mujeres como personajes más complejos y ricos que los hombres. Mi propia madre, novia y amigas poseen una sensibilidad e inteligencia que siempre he admirado".
Desde los 25 años, Diego Otero ha publicado tres libros de poesía de manera dilatada. Su interés por la novela estuvo presente desde "La grabadora" en la que colaboró con un músico y un diseñador gráfico. "Mi poesía ha tenido algo medio narrativo", sostuvo el escritor.
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