La compañía canadiense El Circo del Sol debutó en Perú con el espectáculo ´Quidam´, una historia en la que una niña se rebela contra su vida cotidiana e insignificante.
La compañía canadiense El Circo del Sol debutó en Perú con el espectáculo "Quidam", una historia en la que una niña se rebela contra su vida cotidiana e insignificante, y viaja a un sueño lleno de acrobacias en el aire, informaron los organizadores.
La coordinadora de Producción de la compañía, Cinthia Clemente, señaló a Efe que los espectadores podrán ver "desde cosas muy alegres a otras muy tristes" en una historia donde la pequeña protagonista, Zoé, no estará sola en su nuevo mundo imaginario.
La acompañan el profesor John, un ser algo "ausente" llamado Target y el agresivo Boum Boum, que con sus puños lleva el terror a una carpa con capacidad para 2.500 personas.
Todos ellos son el hilo conductor de un espectáculo que se desarrolla principalmente en el aire, entre cuerdas, aros y contorsiones en seda.
Creado por Franco Dragone en 1996, "Quidam" destila la originalidad propia del Circo del Sol, aunque los ejercicios ya sean parte de la tradición circense: diábolos que cuatro acróbatas mueven a la perfección, una rueda alemana donde el artista se transforma en varilla, o las combas o cuerdas a las que saltan hasta 16 participantes.
Tampoco faltan los malabares, los juegos de equilibrismos y, sobre todo, la gracia de un "clown".
Hasta el próximo 26 de septiembre, los limeños tienen la oportunidad de ver el Circo del Sol si se hacen con entradas que van de 99 hasta 632 soles (de 35 a 225 dólares), precios que, según Clemente, están acordados con los promotores locales, ya que poner en marcha este espectáculo "no es barato".
En total, señaló, se han empleado 65 contenedores para transportar, entre otros materiales, una carpa de 20.000 metros cuadrados, mientras que 150 personas forman la plantilla del "show", incluidos los 55 artistas procedentes de 32 países distintos.
El Circo del Sol, que nació en 1984 en Québec (Canadá) con un concepto nuevo de la idea de circo, tiene actualmente siete espectáculos itinerantes y otros siete en lugares fijos, apunta Clemente.
En el caso de "Quidam", que llega a Perú desde Chile y luego se dirigirá a Colombia, los compradores de las entradas más caras pueden disfrutar de una sala, la "Tapis Rouge" (alfombra roja, en francés), para tomar un aperitivo antes de la función.
Ya en el espacio común, se exhibe un mural sobre la presencia del circo en el paisaje urbano, realizado por el grupo peruano La Tarumba.
La directora de este grupo, Estela Paredes, destacó a Efe la importancia del Circo del Sol dentro de la corriente de circo contemporáneo, ya que representa una "inspiración internacional" para que grupos como La Tarumba creen una propuesta propia.
Durante el descanso entre los dos actos, de una hora cada uno, los asistentes podrán comprar en una carpa anexa objetos de la marca "Cirque du Soleil": camisetas, bolsos, máscaras, cuadernos y hasta comida rápida.
También podrán probar ejercicios de equilibrismo y videojuegos, así como tener en su correo electrónico una foto con los personajes o el maquillaje de "Quidam".
EFE
La coordinadora de Producción de la compañía, Cinthia Clemente, señaló a Efe que los espectadores podrán ver "desde cosas muy alegres a otras muy tristes" en una historia donde la pequeña protagonista, Zoé, no estará sola en su nuevo mundo imaginario.
La acompañan el profesor John, un ser algo "ausente" llamado Target y el agresivo Boum Boum, que con sus puños lleva el terror a una carpa con capacidad para 2.500 personas.
Todos ellos son el hilo conductor de un espectáculo que se desarrolla principalmente en el aire, entre cuerdas, aros y contorsiones en seda.
Creado por Franco Dragone en 1996, "Quidam" destila la originalidad propia del Circo del Sol, aunque los ejercicios ya sean parte de la tradición circense: diábolos que cuatro acróbatas mueven a la perfección, una rueda alemana donde el artista se transforma en varilla, o las combas o cuerdas a las que saltan hasta 16 participantes.
Tampoco faltan los malabares, los juegos de equilibrismos y, sobre todo, la gracia de un "clown".
Hasta el próximo 26 de septiembre, los limeños tienen la oportunidad de ver el Circo del Sol si se hacen con entradas que van de 99 hasta 632 soles (de 35 a 225 dólares), precios que, según Clemente, están acordados con los promotores locales, ya que poner en marcha este espectáculo "no es barato".
En total, señaló, se han empleado 65 contenedores para transportar, entre otros materiales, una carpa de 20.000 metros cuadrados, mientras que 150 personas forman la plantilla del "show", incluidos los 55 artistas procedentes de 32 países distintos.
El Circo del Sol, que nació en 1984 en Québec (Canadá) con un concepto nuevo de la idea de circo, tiene actualmente siete espectáculos itinerantes y otros siete en lugares fijos, apunta Clemente.
En el caso de "Quidam", que llega a Perú desde Chile y luego se dirigirá a Colombia, los compradores de las entradas más caras pueden disfrutar de una sala, la "Tapis Rouge" (alfombra roja, en francés), para tomar un aperitivo antes de la función.
Ya en el espacio común, se exhibe un mural sobre la presencia del circo en el paisaje urbano, realizado por el grupo peruano La Tarumba.
La directora de este grupo, Estela Paredes, destacó a Efe la importancia del Circo del Sol dentro de la corriente de circo contemporáneo, ya que representa una "inspiración internacional" para que grupos como La Tarumba creen una propuesta propia.
Durante el descanso entre los dos actos, de una hora cada uno, los asistentes podrán comprar en una carpa anexa objetos de la marca "Cirque du Soleil": camisetas, bolsos, máscaras, cuadernos y hasta comida rápida.
También podrán probar ejercicios de equilibrismo y videojuegos, así como tener en su correo electrónico una foto con los personajes o el maquillaje de "Quidam".
EFE
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