La adapatacién realizada por Joann Sfar ha respetado íntegramente el texto original, con pequeñas adaptaciones propias del lenguaje del cómic.
Con una larga y despeinada cabellera rubia, grandes ojazos azules y una ancha cara, "El Principito" de rasgos clásicos creado por el francés Antoine Saint-Exupéry hace 67 años se ha modernizado al convertirse, por primera vez en personaje de cómic, en un auténtico "Principito" del siglo XXI.
La primera adaptación al cómic de este clásico indiscutible de la literatura mundial ha sido realizada por el francés Joann Sfar y acaba de ser publicada en español por la editorial Salamandra de Barcelona
La principal novedad de esta adaptación, que conserva intactas la poesía y la magia de la obra original, es el lenguaje en el que está narrada, al introducir las viñetas secuencias que incorporan una forma distinta de narrar el tiempo, según explicó a Efe Juan Milá, editor de Salamandra.
Además, el joven autor de cómic francés incorpora también como protagonista al propio Saint-Exupéry, el intrépido aviador que se colocó como coprotagonista de su cuento, pero que nunca se autorretrató en sus ilustraciones, y le dibuja con la indumentaria propia de un aviador y con un perenne cigarrillo entre los labios, vicio que al parecer tenía muy adquirido.
Consciente del desafío, Joann Sfar, ha respetado íntegramente el texto original, con pequeñas adaptaciones propias del lenguaje del cómic que transforman en diálogos las descripciones originales.
Su mayor aportación a una de las obras más influyentes de la literatura de todos los tiempos es en el terreno gráfico, al "irse por otro camino", con unas imágenes en las que conscientemente Sfar no utiliza la acuarela ni el mismo tipo de dibujo que ideó el escritor y aviador francés.
Según Juan Milá, los herederos de Saint-Exupéry han quedado "encantados" con esta nueva versión de "El Principito", después de sucesivas negativas de éstos y de la editorial Galimard a la adaptación de la obra, al considerar que el joven dibujante francés ha logrado ser fiel al espíritu del libro, no sólo con el texto sino también con su tono poético y melancólico.
El éxito radica en el nuevo camino en el mundo del cómic que abre este autor, al introducir en sus relatos como elemento innovador un punto filosófico con muchas connotaciones emocionales y espirituales.
Para Joann Sfar, poco partidario de hacer adaptaciones de obras clásicas, la versión de "El Principito" en cómic era todo un reto, ya que leyó esta obra con sólo cinco años, después de que su tío se la regalase con la intención de que le ayudase a entender la pérdida de su madre dos años antes.
"Como tanta otra gente, Sfar tiene una relación muy especial con este libro, y quiso decididamente adentrarse en este proyecto poniendo su sello personal y a la vez siendo muy fiel al espíritu de Saint-Exupéry", según Milá.
Muchos lectores jóvenes familiarizados con el lenguaje del cómic se sentirán atraídos a leer por primera vez "El Principito" gracias a esta versión, en la que el ritmo narrativo es mayor que en la original.
A excepción de la edición rústica y la de tapa dura, las dos únicas novedades editoriales desde que Saint-Exupéry creó esta maravilla literaria han sido la edición pop-up del libro, con unos dibujos desplegables en tres dimensiones realizados por Gérad lo Monaco, y la actual, de Joann Sfar.
Ambas contribuirán a que la obra se adapte a los nuevos tiempos y ayude a las jóvenes generaciones a entender el sentido de la vida y que, como en el mensaje que el zorro le transmite al Principito, "lo esencial es invisible a los ojos".
EFE
La primera adaptación al cómic de este clásico indiscutible de la literatura mundial ha sido realizada por el francés Joann Sfar y acaba de ser publicada en español por la editorial Salamandra de Barcelona
La principal novedad de esta adaptación, que conserva intactas la poesía y la magia de la obra original, es el lenguaje en el que está narrada, al introducir las viñetas secuencias que incorporan una forma distinta de narrar el tiempo, según explicó a Efe Juan Milá, editor de Salamandra.
Además, el joven autor de cómic francés incorpora también como protagonista al propio Saint-Exupéry, el intrépido aviador que se colocó como coprotagonista de su cuento, pero que nunca se autorretrató en sus ilustraciones, y le dibuja con la indumentaria propia de un aviador y con un perenne cigarrillo entre los labios, vicio que al parecer tenía muy adquirido.
Consciente del desafío, Joann Sfar, ha respetado íntegramente el texto original, con pequeñas adaptaciones propias del lenguaje del cómic que transforman en diálogos las descripciones originales.
Su mayor aportación a una de las obras más influyentes de la literatura de todos los tiempos es en el terreno gráfico, al "irse por otro camino", con unas imágenes en las que conscientemente Sfar no utiliza la acuarela ni el mismo tipo de dibujo que ideó el escritor y aviador francés.
Según Juan Milá, los herederos de Saint-Exupéry han quedado "encantados" con esta nueva versión de "El Principito", después de sucesivas negativas de éstos y de la editorial Galimard a la adaptación de la obra, al considerar que el joven dibujante francés ha logrado ser fiel al espíritu del libro, no sólo con el texto sino también con su tono poético y melancólico.
El éxito radica en el nuevo camino en el mundo del cómic que abre este autor, al introducir en sus relatos como elemento innovador un punto filosófico con muchas connotaciones emocionales y espirituales.
Para Joann Sfar, poco partidario de hacer adaptaciones de obras clásicas, la versión de "El Principito" en cómic era todo un reto, ya que leyó esta obra con sólo cinco años, después de que su tío se la regalase con la intención de que le ayudase a entender la pérdida de su madre dos años antes.
"Como tanta otra gente, Sfar tiene una relación muy especial con este libro, y quiso decididamente adentrarse en este proyecto poniendo su sello personal y a la vez siendo muy fiel al espíritu de Saint-Exupéry", según Milá.
Muchos lectores jóvenes familiarizados con el lenguaje del cómic se sentirán atraídos a leer por primera vez "El Principito" gracias a esta versión, en la que el ritmo narrativo es mayor que en la original.
A excepción de la edición rústica y la de tapa dura, las dos únicas novedades editoriales desde que Saint-Exupéry creó esta maravilla literaria han sido la edición pop-up del libro, con unos dibujos desplegables en tres dimensiones realizados por Gérad lo Monaco, y la actual, de Joann Sfar.
Ambas contribuirán a que la obra se adapte a los nuevos tiempos y ayude a las jóvenes generaciones a entender el sentido de la vida y que, como en el mensaje que el zorro le transmite al Principito, "lo esencial es invisible a los ojos".
EFE
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