Los precios de estas obras de arte son realmente exorbitantes y pertenecen a artistas muy renombrados y tal vez a alguno que usted no conozca, deles un vistazo.
La frase: "el arte no tiene precio", dista mucho de las sumas millonarias que pueden valer estos cuadros.
Tal es el caso de la pintura de Paul Cézanne, valorizado en 250 millones de dólares, según la revista Forbes.
Otros como, "El grito", de Edvard Munch, su cifra bordea los 120 millones.
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