Esta es la primera exposición sobre Consuelo, la "madre salvadoreña" de "El Principito", que se realiza en El Salvador, aunque en 2006 se le dedicó otra en Francia.
La primera exposición dedicada en su país a la salvadoreña Consuelo Suncín, esposa del aristócrata, piloto y escritor francés Antoine de Saint-Exupéry e inspiradora de su obra cumbre, "El Principito", tiene lugar en San Salvador en un intento de rescatarla del olvido.
"Queremos dar a conocer más la obra de Consuelo", quien es poco conocida en El Salvador, dijo a Efe su sobrina nieta, Abigaíl Suncín, autora de un libro sobre la también artista y escritora, titulado "La rosa que cautivó al Principito".
Consuelo Suncín (1901-1979) es la "madre salvadoreña" de "El Principito", según un reciente artículo del escritor y director de la Biblioteca Nacional, Manlio Argueta.
Fotos, manuscritos, carteles, diversas ediciones de "El Principito" y de "Memorias de la rosa", de Consuelo Suncín, más libros de autores vinculados con ambos y una maqueta de un posible museo, son parte de la exposición que está abierta este mes en la Casa de las Academias, en San Salvador.
La Dirección Nacional de Investigaciones de la Secretaría de Cultura organizó la exposición, con objetos aportados por el empresario japonés Yukitaka Hirao y la familia de Consuelo, cuya figura ha sido desdeñada en la mayoría de obras sobre Saint-Exupéry.
Hirao, un estudioso de la vida y obra de Saint-Exupéry y Suncín, comentó a Efe que su sueño es levantar en El Salvador un museo de "El Principito", que sería el segundo después del que hay en Japón.
Relató que, tras vivir en El Salvador hace más de tres décadas, conoció las memorias de Consuelo y así investigó hasta llegar a sus raíces en Armenia, departamento de Sonsonate (occidente), donde nació en 1901, en una familia acomodada.
Abigaíl Suncín aseveró que su tía abuela "fue una mujer adelantada a su época", como lo demuestra, dijo, que a sus 17 años le pidiera al Gobierno salvadoreño una beca para estudiar inglés en San Francisco, (California, EEUU).
Cuando preparaba su viaje, sus hermanas le decían: "Qué valor tienes", a lo que ella contestaba: "Valor el de ustedes, de quedarse en estos pueblos mal alumbrados", dijo Abigaíl. Consuelo, resumió, "se casó tres veces y las tres quedó viuda".
Primero fue en San Francisco, donde se casó en 1922 con el mexicano Ricardo Cárdenas, quien murió meses después en un accidente ferroviario; una copia del acta matrimonial está en la exposición.
Consuelo se casó de nuevo en París en 1926 con el escritor guatemalteco nacionalizado argentino Enrique Gómez Carrillo, y tras enviudar de éste, que falleció de un derrame cerebral, viajó a Argentina para tramitar su herencia.
Fue en Argentina donde Consuelo conoció a Saint-Exupéry, en 1930; se casaron en Francia en 1931 y su tormentoso matrimonio, por las infidelidades de ambos, se prolongó casi 15 años.
Saint-Exupéry escribió "El Principito", uno de los libros más vendidos del mundo, durante su estancia en Nueva York (1940-1943).
Amigos de la pareja, como el escritor francés André Maurois, testimoniaron que Consuelo sirvió de inspiración a su esposo y aportó ideas para la obra.
Abigaíl Suncín señaló que apenas "ahora se empieza a reconocer esa influencia" de Consuelo, gracias a "las investigaciones y a los análisis del Principito y su rosa", de quien está enamorado. Remarcó que así "uno se da cuenta de la importancia de la rosa y que la rosa es Consuelo", agregó.
Simone de Saint-Exupéry, según Hirao, escribió en un libro sobre su hermano que "creando el personaje de la rosa en "El Principito" él encarnó a Consuelo".
Hirao señaló que los tres volcanes que hay en el planeta de "El Principito" son los volcanes salvadoreños de Izalco, Santa Ana y Cerro Verde, traspuestos en el libro por influencia de Consuelo.
Saint-Exupéry murió en una misión con su avión durante la Segunda Guerra Mundial junto al puerto de Marsella en 1944.
"El Principito" es una fábula universal que narra la historia de un niño que abandonó su minúsculo planeta, donde deshollinaba volcanes y cuidaba de su rosa, y que se encontró en el desierto del Sahara con un misterioso aviador que había caído del cielo.
Consuelo está enterrada junto a Gómez Carrillo en Francia, donde ella murió en 1979 de asma, enfermedad que Saint-Exupéry reflejó en la tos de la rosa en "El Principito".
EFE
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