Conoce un poco más de lo que fue esta fiesta de la literatura en la siguiente crónica.
Leer hace a los hombres libres, dice el dicho. Y es que la lectura no solo es una actividad de ocio sino que es un medio para incrementar el conocimiento, saber de otras realidades alrededor del mundo y hasta ingresar a universos fantásticos con seres mágicos. Un año más, la Feria Internacional del Libro de Lima se convirtió en esa puerta de ingreso para acercar al público al mundo de los libros, convocando a más de medio millón de asistentes durante sus 17 días.
Familias enteras, grupo de amigos y también personas en solitario se dieron cita en el Parque Próceres de la Independencia en Jesús María para ser parte de esta llamada fiesta de la literatura y ubicar los nuevos y no tan nuevos lanzamientos en los más de 159 stands. La cifra de recaudación final alcanzó los 17 millones 600 mil soles, 3 millones de soles más que lo facturado en su edición anterior.
Las ofertas de última hora, con descuentos de hasta 50%, llevaron a los asistentes a hacer largas colas para pagar por los libros que los acompañarían a casa, entre ellos Dejarás la tierra de Renato Cisneros y La segunda amante del Rey de Alonso Cueto, obras que se convirtieron en las más vendidas en la categoría Novela.
Directo en directo, RPP Noticias también fue parte de la FIL, con programas especiales de Conexión, Encendidos y Letras en el Tiempo, emitidos desde el recinto ferial. Desde el stand de México, país invitado de la Feria Internacional del Libro de Lima, el público puedo ver en vivo las entrevistas a conocidos escritores peruanos y extranjeros, como Santiago Roncagliolo, Javier Ruescas y Gabriela Wiener, que presentaban sus más recientes obras.
Además de las actividades relacionadas con los libros y su difusión, como conversatorios, mesas de diálogos y sesiones de firmas, la música fue parte fundamental del programa cultural de la FIL. Jean Pierre Magnet y su Serenata de los Andes, Rafo Ráez y Mar de Copas fueron algunos de los conciertos realizados en el auditorio Blanca Varela, un espacio con capacidad para 600 personas, y que en algunos casos quedó pequeño para el número de asistentes que se dieron cita.
Por su parte, México, país invitado de la FIL, trajo una legión de más de 30 escritores a Lima. Y es que la importancia del país azteca en relación con la literatura es clara: la tierra del tequila se ha convertido, en los últimos cinco años, en uno de los bastiones de la promoción de la lectura a nivel regional, con actividades que giran en torno a las ferias del libro a lo largo del país, siendo la realizada en Guadalajara, la más importante de América.
El camino es largo. Año a año, la FIL Lima, ubicada en la quinta posición del ranking de ferias de libro en el continente, busca superar a sus similares de Santiago de Chile, Buenos Aires y Sao Paulo. Los lectores jóvenes son clave para este objetivo.
Germán Coronado, presidente de la Cámara Peruana del Libro, resaltó que en la edición 2017, se ha visto un significante incremento en el número de lectores entre 13 y 25 años. “Los lectores y los nuevos lectores han respondido de una manera extraordinaria. El público, los lectores quieren vincularse con los escritores, con las publicaciones, con los libros. Es una maravilla constatar que la cultura del libro, la literatura sigue convocando el interés del público, de los lectores”, explicó.
No cabe duda que la continuidad de eventos relacionados a la lectura, como la FIL Lima, son un puente necesario para acercarnos a las obras literarias. Acciones como la democratización del libro y el establecimiento de una Ley del Libro que dinamice la industria apoyarán a ese fin. Abra un libro y atrévase a sumergirse en sus páginas. Leer siempre es una buena idea.
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