Un investigador británico ha llegado a la conclusión de que Jack el Destripador fue un invento de un periódico sensacionalista.
Andrew Cook, que ha investigado al más famoso asesino en serie de la historia de Londres, afirma que los cinco brutales homicidios atribuidos al Destripador y que causaron una oleada de pánico en 1888 entre las mujeres de la capital, fueron obra de distintos criminales.
En su libro "Jack the Ripper: Case Closed", del que informa hoy el diario "The Times", Cook cita el testimonio de un tal Percy Clark, experto forense de la comisaría de Whitechapel, que examinó personalmente los cadáveres de las cinco víctimas.
Cuando los reporteros del periódico "East London Observer" le preguntaron algunos años después, en 1910, por las cinco prostitutas, Clark contestó: "Creo que un hombre fue responsable (del asesinato) de tres, pero no creo que lo fuera en los otros casos".
También el veterano policía Thomas Arnold, adscrito a la misma comisaría del Este de Londres cuando comenzó la serie de asesinatos, declaró al jubilarse que nunca consideró que una de las cinco prostitutas, Mary Kelly, hubiera sido asesinada por el Destripador.
El verdadero beneficiario de aquellos asesinatos fue un periódico, The Star, lanzado poco después de que comenzara la serie de crímenes, que fue también el primero en sugerir, tras el asesinato de tres mujeres, que el homicida era la misma persona.
Gracias al tratamiento sensacionalista de aquel caso, The Star logró que sus ventas subieran hasta 232.000 ejemplares diarios.
Pero cuando un zapatero local al que el periódico había identificado como el principal sospechoso fue puesto en libertad por falta de pruebas, el diario vio caer las ventas.
Según Andrew Cook, The Star entonces respondió publicando una carta cuyo autor, que firmaba "Jack el Destripador", se ufanaba de los asesinatos, aunque una experta en caligrafía sostiene que la carta la escribió un periodista del Star llamado Frederick Best.
La macabra leyenda de Jack el Destripador ha alimentado la fantasía de varias generaciones y se ha convertido incluso en una atracción turística para Londres, que ofrece tours guiados por los lugares de la Inglaterra victoriana que fueron escenarios de aquellos horrendos crímenes.
En su libro "Jack the Ripper: Case Closed", del que informa hoy el diario "The Times", Cook cita el testimonio de un tal Percy Clark, experto forense de la comisaría de Whitechapel, que examinó personalmente los cadáveres de las cinco víctimas.
Cuando los reporteros del periódico "East London Observer" le preguntaron algunos años después, en 1910, por las cinco prostitutas, Clark contestó: "Creo que un hombre fue responsable (del asesinato) de tres, pero no creo que lo fuera en los otros casos".
También el veterano policía Thomas Arnold, adscrito a la misma comisaría del Este de Londres cuando comenzó la serie de asesinatos, declaró al jubilarse que nunca consideró que una de las cinco prostitutas, Mary Kelly, hubiera sido asesinada por el Destripador.
El verdadero beneficiario de aquellos asesinatos fue un periódico, The Star, lanzado poco después de que comenzara la serie de crímenes, que fue también el primero en sugerir, tras el asesinato de tres mujeres, que el homicida era la misma persona.
Gracias al tratamiento sensacionalista de aquel caso, The Star logró que sus ventas subieran hasta 232.000 ejemplares diarios.
Pero cuando un zapatero local al que el periódico había identificado como el principal sospechoso fue puesto en libertad por falta de pruebas, el diario vio caer las ventas.
Según Andrew Cook, The Star entonces respondió publicando una carta cuyo autor, que firmaba "Jack el Destripador", se ufanaba de los asesinatos, aunque una experta en caligrafía sostiene que la carta la escribió un periodista del Star llamado Frederick Best.
La macabra leyenda de Jack el Destripador ha alimentado la fantasía de varias generaciones y se ha convertido incluso en una atracción turística para Londres, que ofrece tours guiados por los lugares de la Inglaterra victoriana que fueron escenarios de aquellos horrendos crímenes.
Efe
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