La escritora presentó su nuevo libro "Los divinos", basado en el asesinato de una niña inmigrante que movilizó a la sociedad colombiana contra el asesino.
La escritora colombiana Laura Restrepo ha levantado los "velos y eufemismos" sobre el feminicidio con la novela "Los divinos" (Alfaguara), basada en el asesinato de una niña. Un caso real que escandalizó a la sociedad colombiana, similar a la "presión callejera" en España contra la reciente sentencia de La Manada y que considera "el único antídoto".
La historia se basa en el asesinato y violación de Yuliana Samboní, en diciembre de 2016, cuando tenía siete años. Una niña inmigrante que vivía en uno de los barrios más pobres de Bogotá. En la novela, Restrepo se centra en el punto de vista del círculo de amigos del criminal: un joven adinerado que pensó que su nombre y dinero lo salvarían de ser descubierto. Pero no fue así, ya que, en la realidad, el asesino cumple una condena de 58 años de prisión.
Con este crimen, recuerda la escritora, toda la sociedad salió a la calle. "Pero el componente adicional que desató las conciencias, que generó ansiedad y tal repudio fue que la gente sabía que el chico era intocable. Era tal la presión que pensé, o lo condenan, o cae el presidente".
La obra se enfoca en el grupo de amigos del asesino, los Tutti Frutti, y el factor de cohesión que supone el machismo para ellos, al igual que ocurre en España con el grupo de hombre autodenominado La Manada.
Según la autora, la reciente sentencia que condenó a los cinco integrantes de La Manada -por un delito de abusos sexuales a una joven y no de violación- refleja cómo las estructuras de poder "están imbuidas de machismo".
Para Laura Restrepo, "la presión callejera es el único antídoto contra una cosa así" porque "pone en cuestión todo, pone en tela de juicio la autonomía de la Justicia. Creo que una cosa así hace que se tambaleen las estructuras de poder".
La escritora considera que el caso de La Manada "es un oprobio, pero también es una radiografía donde sale a flote un sustrato machista que te deja frío. El caso es doble, indignación ante el hecho en sí y ante la reacción de la Justicia".
La autora de "Delirio" denuncia también "los eufemismos y los velos" que recubren los delitos de violencia contra la mujer y que son "supuestos atenuantes que permiten dar la vuelta y atribuirle la culpabilidad a la víctima: afirmaciones como que era prostituta, estaba borracha o parecía disfrutar... tienen que ver con la impunidad. La culpabilidad cae en la víctima", indica.
Por eso, en lugar de contar la historia en su novela desde la perspectiva femenina o desde el punto de vista de la víctima, quiso hacerlo desde el del agresor o, más bien, desde el grupo de amigos del criminal para ahondar en ese "deseo de satisfacción inmediata". (EFE)
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