Editorial nacional presentó el libro más grande y una diminuta Biblia de apenas 5 milímetros de alto. También estuvo presente la Nobel sudafricana Nadine Gordimer.
Una editorial peruana presentó algunas de las mayores atracciones, anunciadas como el libro más grande y el más pequeño del mundo fue una de las estrellas de la XIX Feria Internacional del Libro de Cuba, que terminó este domingo en La Habana.
El mayor mide 4 metros de alto y 2,5 de ancho y tiene 150 páginas de frases filosóficas, mientras que el pequeño es una Biblia cristiana en miniatura, de apenas 5 milímetros de largo y 6 de ancho.
La Nobel sudafricana Nadine Górdimer presentó una edición cubana de su novela "Capricho de la naturaleza" y aprovechó la ocasión para apoyar campañas del Gobierno de la isla, como la libertad de cinco agentes suyos condenados y presos en Estados Unidos por espionaje.
El presidente cubano, general Raúl Castro, y el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, inauguraron el jueves 11 de febrero la Feria, que fue dedicada a ese país y evocó las décadas del siglo XX cuando la Unión Soviética era principal aliado y sostén del único Gobierno comunista en América.
Asistieron cerca de 100 expositores de 40 países y se presentaron unas 600 novedades de todos los géneros literarios en la sede principal de la Feria cubana, la fortaleza colonial española de San Carlos de la Cabaña, que domina la entrada de la Bahía de La Habana.
Entre los invitados estuvo también la escritora canadiense Margaret Atwood, Príncipe de Asturias de las Letras en 2008, que presentó una edición cubana de "El quetzal resplandeciente y otros relatos".
Más de 250.000 personas visitaron la sede principal de la Feria y compraron al menos medio millón de libros, según cifras divulgadas hoy por los organizadores, pero la literatura no fue la estrella en ventas, sino textos de consulta como el "Diccionario Básico Escolar" y la "Guía de Béisbol".
La delegación rusa incluyó casi 200 escritores, artistas, periodistas y funcionarios, más representantes de un centenar de casas editoras que presentaron unos 3.500 volúmenes.
En paralelo, Rusia ofreció conciertos de música clásica y popular, espectáculos de circo, exposiciones de arte, cine y la actuación de algunas figuras del Ballet Bolshoi, que regresó a la isla luego de 30 años de ausencia.
También se ofreció en la Feria un disco compacto que recoge las canciones finalistas de un concurso convocado por la fundación española Miguel Hernández y el centro cultural cubano Pablo de la Torriente Brau con ocasión del centenario de ese poeta hispano.
Terminada la Feria en La Habana, desde el lunes recorrerá otras ciudades de la isla una muestra de lo que hubo en ella, hasta el próximo 7 de marzo.
EFE
El mayor mide 4 metros de alto y 2,5 de ancho y tiene 150 páginas de frases filosóficas, mientras que el pequeño es una Biblia cristiana en miniatura, de apenas 5 milímetros de largo y 6 de ancho.
La Nobel sudafricana Nadine Górdimer presentó una edición cubana de su novela "Capricho de la naturaleza" y aprovechó la ocasión para apoyar campañas del Gobierno de la isla, como la libertad de cinco agentes suyos condenados y presos en Estados Unidos por espionaje.
El presidente cubano, general Raúl Castro, y el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, inauguraron el jueves 11 de febrero la Feria, que fue dedicada a ese país y evocó las décadas del siglo XX cuando la Unión Soviética era principal aliado y sostén del único Gobierno comunista en América.
Asistieron cerca de 100 expositores de 40 países y se presentaron unas 600 novedades de todos los géneros literarios en la sede principal de la Feria cubana, la fortaleza colonial española de San Carlos de la Cabaña, que domina la entrada de la Bahía de La Habana.
Entre los invitados estuvo también la escritora canadiense Margaret Atwood, Príncipe de Asturias de las Letras en 2008, que presentó una edición cubana de "El quetzal resplandeciente y otros relatos".
Más de 250.000 personas visitaron la sede principal de la Feria y compraron al menos medio millón de libros, según cifras divulgadas hoy por los organizadores, pero la literatura no fue la estrella en ventas, sino textos de consulta como el "Diccionario Básico Escolar" y la "Guía de Béisbol".
La delegación rusa incluyó casi 200 escritores, artistas, periodistas y funcionarios, más representantes de un centenar de casas editoras que presentaron unos 3.500 volúmenes.
En paralelo, Rusia ofreció conciertos de música clásica y popular, espectáculos de circo, exposiciones de arte, cine y la actuación de algunas figuras del Ballet Bolshoi, que regresó a la isla luego de 30 años de ausencia.
También se ofreció en la Feria un disco compacto que recoge las canciones finalistas de un concurso convocado por la fundación española Miguel Hernández y el centro cultural cubano Pablo de la Torriente Brau con ocasión del centenario de ese poeta hispano.
Terminada la Feria en La Habana, desde el lunes recorrerá otras ciudades de la isla una muestra de lo que hubo en ella, hasta el próximo 7 de marzo.
EFE
Comparte esta noticia