El tenor español estrenará el próximo 20 de junio en el Teatro del Chatelet la ópera "Il Postino" en la que interpreta al poeta chileno.
El tenor español Plácido Domingo, que el próximo 20 de junio estrena en Francia la ópera "Il Postino" en la que interpreta al poeta chileno Pablo Neruda (1904-1973), dijo hoy a la prensa que no intenta ser completamente como él "sino un poeta que se encuentra en una situación similar".
Es más fácil hacer un personaje de ficción que uno conocido, explicó el cantante, quien durante la presentación comparó la ópera en varias ocasiones con la película que la inspiró, en la que el actor francés Philippe Noiret (1930-2006) representa al poeta y político chileno.
Plácido Domingo, que el pasado 24 de enero cumplió 70 años, dedicó parte del encuentro a rendir homenaje al compositor de la pieza, el mexicano Daniel Catán (1949-2011), fallecido súbitamente el pasado abril, de quien elogió la excelencia de su trabajo y también su gran humanidad.
Recordó los múltiples momentos pasados juntos desde que el compositor propuso la idea de crear "Il Postino", una obra que él consideró perfecta para la ópera desde el primer momento, y que estrenaron con gran éxito en la Opera de Los Ángeles el pasado 23 de septiembre.
La obra llega ahora al Teatro del Chatelet tras haber triunfado también en Viena y está siendo ya muy solicitada, comentó.
"Comienza a tener la vida" que corresponde a una ópera llamada a ser una de las grandes creaciones líricas del siglo XXI, consideró.
Además de Madrid y Chile, hay proyectos para llevarla a México e Italia, entre otros países, pero quedan por resolver cuestiones de calendario, añadió Domingo, quien recordó que Catán creó el papel del "Postino" pensando en el tenor mexicano Rolando Villazón, quien no pudo estrenarla en su día por razones de salud.
La ópera "sigue de muy cerca el filme" que Michael Radford estrenó en 1994 con guión de Antonio Skarmeta, precisó.
Catán "tomo lo mejor de él" y en algunos momentos el filme es mejor y en otros lo es la ópera, "pues la música ayuda en todos los dramas", resaltó.
El tenor español, que entre sus múltiples proyectos tiene el de participar este verano en el XXV aniversario del Festival de Peralada (Gerona, España), dijo no tener intención de ser el único intérprete de Neruda en esta ópera, aunque sí desearía compartir cartel un día con Villazón, como le recuerda con frecuencia cada vez que hablan o se ven.
Domingo elogió las voces de Charles Castronovo y de Daniel Montenegro, que se alternarán en París en el papel del "Il Postino", el cartero de la isla italiana en la que Neruda se exilió junto con su esposa, Matilda, y con quien entabló una relación muy especial.
Celebró en particular la "extraordinaria sensibilidad" encontrada por Catronovo para este papel.
De su personaje, subrayó que existe mucha documentación de lo que fue Neruda, de lo que vivió en aquella época.
Un exilio "siempre es triste", pero para Neruda fue también la ocasión de estar tranquilo, con su esposa, después de haber viajado mucho y de haber mantenido una intensa actividad, resaltó.
Se les ve en un momento completo de romanticismo, en el que pueden estar tranquilos, y después viene Mario (el cartero) y él le enseña a conquistar a su amada "y hay situaciones divertidas", resaltó.
Asimismo destacó cómo cuando estaban desarrollando la obra insistió mucho a Catán para que hubiera "una escena trágica, de fuerza, donde todas sus ideas políticas venían y la rabia que tenía de estar lejos de Chile en este momento en el que se cometían atrocidades".
"Lo hemos logrado, hay un momento tremendo", el resto es la vida amorosa con Matilda y su relación con el joven cartero, a quien enseña a enamorar a su amada y a quien también transmite sus ideas políticas, comentó.
En la novela "Ardiente paciencia" (1985), del chileno Antonio Skármeta, que inspiró el filme y también la ópera, ese Neruda de ficción no escribió nunca a Mario después de aquella amistad, por lo que la culpabilidad que siente al final, la impotencia, "es muy grande", explicó Domingo.
El resultado es un final "que es algo tremendo", de una fuerza dramática muy especial, que no deja "un ojo seco en todo el teatro".
EFE
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