Plomo: La gente sigue pensando en la magia del conejo y la paloma

“Muchas risas, sorpresas y emociones”, es lo que promete el mago Ernesto Carpio-Tirado, conocido también como Plomo, cuando se refiere a su espectáculo T.R.U.C.O., o Tonto Recursero Único con Opinión.

En conversación con RPP Noticias, el artista explicó no se basa en aquellos números “del sombrero y el conejo” que vemos repetidos desde la infancia; sino que busca innovar, en un show que también tiene espacio para la comedia.

“T.R.U.C.O. está lejos de ser un show tradicional de magia. De hecho, el comentario que más recibo de la gente es: Me sorprendiste, porque esperaba ver algo totalmente distinto”, nos cuenta.

-¿Es complicado ser mago en estos días?
Lo es como cualquier otra profesión. Esta es una profesión con complicaciones y cosas fáciles. Como mago te pasan cosas increíbles porque justamente estás metido en un mundo mágico.

-Qué a un mago le pasen cosas increíbles, resulta un tanto paradójico…
Sí. Hay cada personaje que te pide magia. Mil historias. Con ellas hago el show. Por ejemplo, en un viaje a Las Vegas, que tuve hace poco, salimos en grupo de una convención de magia y tuvimos una juerga. Al despertar, no me acordaba de nada de lo que había pasado, mismo “The hangover”. Al rededor de ese recuerdo, hemos construido un truco.

-¿Qué es lo que el público puede esperar de T.R.U.C.O.?
Magia, cartas, líquidos, carteles, pollos, sorpresas y diversión. Es un show con un poco de magia, humor, historias y anécdotas de la vida de un mago y de sus viajes.

-¿En qué consiste tu magia?
No desaparezco nada, no hago hada volar, no parto a nadie en dos, no uso capa, varita, gorras o sombreros. No le leo la mente a nadie. Soy un truquero, un mago atípico, distinto.

-Entonces, no usas los recursos de un mago convencional…
El tema es que la gente sigue creyendo que estamos en 1972, con cosas como la mujer cortada a la mitad o la madia del conejo y la paloma. Eso solamente existe acá. No se hace más en otras partes del mundo. Es un poco absurdo creer que la magia no avanza. La magia ha evolucionado, como todo.

Por Renzo Napa