Efraín Trelles hace un exhaustivo análisis sobre el libro publicado por el Instituto de Estudios Peruanos.
El desarrollo económico en los países andinos no siempre ha contribuido a superar desigualdades. Por interesantes que sean las cifras de la economía nacional, los conflictos sociales no hacen sino atizarse más para sorpresa de quienes acuñan indicadores económicos de éxito desde la comodidad de sus escritorios capitalinos.
El Instituto de Estudios Peruanos (IEP) ha publicado, bajo el título “Desarrollo, desigualdades y conflictos sociales", un conjunto de estudios editados por Marcos Cueto y Adrian Lerner, que ofrece una bienvenida perspectiva comparativa para los países andinos.
El neoliberalismo veinte años después
Es público que de los 90s en adelante varios países de la región hemos vivido un proceso neoliberal, acaso alabado por haber abierto los mercados pero sospechoso también de haber contribuido a la persistencia de ciertas desigualdades.
La aplicación del modelo neoliberal es abordada, para el caso colombiano, desde dos perspectivas. Consuelo Uribe, “Tecnócratas y egresados de universidades estadounidenses. El Saber económico en la construcción neoliberal en Colombia”, analiza el rol de los graduados en universidades norteamericanas en la conducción y dirección de dicho modelo, mientras Mauricio Archila ubica su análisis en el campo del sindicalismo boliviano, obligado a transitar entre la violencia y el neoliberalismo.
La persistencia de las desigualdades sociales y el incremento de la conflictividad social han dado lugar a manifestaciones concretas que es muy útil abordar con una perspectiva comparativa. Destaca el análisis de Felipe Burbano quien copara las luchas territoriales de Ecuador y Bolivia en términos de identidad, nación y estado. Luis Tapia enfoca su análisis para el caso boliviano en el plano social y político, argumentando con éxito que la desigualdad se articula con otro tipo de divisiones sociales y se traslada al campo de la vida política boliviana, encarnando el surgimiento del Movimiento al Socialismo que llevó al poder a Evo Morales.
La amenaza del desencuentro persistente
En tal sentido resulta de particular interés el estudio de Fernanda Wanderley que ha sometido al análisis las propias políticas llevadas adelante por Evo Morales en Bolivia. Las conclusiones como una advertencia para Bolivia y sus vecinos. Pese a los avances bolivianos en términos de inclusión, un persistente “desencuentro entre políticas económicas y sociales” impide romper mecanismos tendientes a perpetuar la desigualdad social. El desencuentro persistente parece haber tomado curso propio en Bolivia. LA pregunta es si ese será también su curso entre nosotros.
También hay un estudio específico sobre el Ecuador. En este caso Eduardo Klingman ubica el análisis en el marco urbano, el barrio indígena de San Roque en Quito. Destacan en este análisis la importancia de una percepción cultural racista en las políticas de especulación inmobiliaria y seguridad urbana.
También se llama Perú
¿Y los estudios sobre el Perú? Patricia Ames presenta una muy bien hilvanada síntesis de los más recientes estudios en torno al papel de las categorías étnicas, raciales y culturales en la configuración y fortalecimiento de las desigualdades sociales en el Perú. Una de las conclusiones más prometedoras, en estos estudios, reconoce, por fin, que el actual discurso y práctica racistas no son una herencia colonial inevitable, pues todo indica que aludimos a un discurso marginador más bien construido y articulado a partir de la república y en el siglo XIX. Entender las consecuencias prácticas de semejante constatación puede abrir luz alentadora en el camino de entendimiento de los peruanos.
Considero que falta algún estudio ubicado en la sierra o en las regiones donde coexisten la economía agraria y la minera, por ser este el entorno más agitado en el panorama de la conflictividad social. A cambio de ello, la antología trae un estupendo análisis sobre la conflictividad social entre los pueblo amazónico, un aspecto al cual casi pocas veces consideramos y que ha logrado, de Bagua2009 en adelante, despertar de manera muy clara (y sangrienta) la conciencia de los peruanos. Anahí Durand plantea para el entorno nativo de la Amazonía el concepto de conflictividad no resuelta y la aguda crisis de representación, en un contexto en el que la desigualdad discriminatoria pude actuar como un motor para el accionar reivindicativo de los de abajo.
La publicación cierra su selección con un estudio de Luis Raygadas, que generaliza sobre las crisis de inclusión en la región y propone cuatro vías para afrontarla. Más allá de modelos que podríamos etiquetar como liberal, redistributivo o solidario, Raygadas adelanta, corriendo riesgos teóricos, un posible cuarto modelo tomando elementos de los modelos previos y descartando sus aristas más problemáticas.
La conflictividad social persistirá, qué duda cabe. Pero lo verdaderamente importante es que no vuelva a tomarnos por sorpresa. Este libro del IEP apunta en esa bienvenida dirección.
Efraín Trelles
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