Instituto Nacional de Cultura rinde homenaje al Amauta con exposición, romería y conferencias
El Instituto Nacional de Cultura, a través de la Casa Museo José Carlos
Mariategui, ha organizado una serie de actividades con el fin de conmemorar el
80º Aniversario la muerte de José Carlos Mariátegui, ocurrida el 16 de abril de
1930.
Su desaparición física fue sentida por todos como una irreparable pérdida de la cultura nacional y del pensamiento libre.
Por ello, desde el mismo momento que la noticia se conoció se sucedieron sentidos homenajes y recordatorios de quien fue un genuino hombre de letras, que puso su inteligencia y su voluntad al servicio de una causa que consideraba justa.
En este marco conmemorativo, el miércoles 14 de abril de 2010, el historiador Ricardo Portocarrero Grados presentará la ponencia Mariátegui y Alberto Flores Galindo, que analizará la obra de Flores Galindo, en la que presenta su particular forma de entender la vida y la obra de Mariátegui. Cabe indicar que Portocarrero fue discípulo de Flores Galindo y uno de los mayores estudiosos del Amauta.
El día central, viernes 16 a las 12:00 horas se realizará una romería a la tumba del Amauta, en la puerta 4 del Cementerio Presbítero Maestro (Jr. Ancash s/n Lima).
Ese mismo día a las 19:00 horas, el director de la Casa Mariátegui, Osmar Gonzáles, hará un breve repaso de la biografía del autor de los 7 ensayos de interpretación de la realidad peruana y de inmediato se inaugurará la exposición documental 80 años de la muerte de José Carlos Mariátegui.
El miércoles 21 a las 19:00 horas, el conferencista Gustavo Espinoza ofrecerá una visión global de la importancia de la obra del destacado periodista Genaro Carnero Checa, quien escribió un libro precursor sobre los años juveniles de Mariátegui.
Cabe señalar que quienes lo conocieron dejaron testimonio de que, por sobre todas las cosas, Mariátegui fue un ser excepcional. A pesar de los embates de la mala fortuna y de las dificultades que debió superar, siempre triunfó en él su bonhomía y su talante de hombre íntegro para no dejarse seducir por las vanidades de la vida.
Vivió austeramente de su trabajo y no comprometió su pluma ni sus convicciones a otros intereses que no fueran los que él consideraba fundamentales.
A ochenta años de la despedida final de Mariátegui, y no obstante el tiempo transcurrido, su vida y su obra siguen siendo objeto de estudio y análisis en el Perú y el mundo entero.
Su desaparición física fue sentida por todos como una irreparable pérdida de la cultura nacional y del pensamiento libre.
Por ello, desde el mismo momento que la noticia se conoció se sucedieron sentidos homenajes y recordatorios de quien fue un genuino hombre de letras, que puso su inteligencia y su voluntad al servicio de una causa que consideraba justa.
En este marco conmemorativo, el miércoles 14 de abril de 2010, el historiador Ricardo Portocarrero Grados presentará la ponencia Mariátegui y Alberto Flores Galindo, que analizará la obra de Flores Galindo, en la que presenta su particular forma de entender la vida y la obra de Mariátegui. Cabe indicar que Portocarrero fue discípulo de Flores Galindo y uno de los mayores estudiosos del Amauta.
El día central, viernes 16 a las 12:00 horas se realizará una romería a la tumba del Amauta, en la puerta 4 del Cementerio Presbítero Maestro (Jr. Ancash s/n Lima).
Ese mismo día a las 19:00 horas, el director de la Casa Mariátegui, Osmar Gonzáles, hará un breve repaso de la biografía del autor de los 7 ensayos de interpretación de la realidad peruana y de inmediato se inaugurará la exposición documental 80 años de la muerte de José Carlos Mariátegui.
El miércoles 21 a las 19:00 horas, el conferencista Gustavo Espinoza ofrecerá una visión global de la importancia de la obra del destacado periodista Genaro Carnero Checa, quien escribió un libro precursor sobre los años juveniles de Mariátegui.
Cabe señalar que quienes lo conocieron dejaron testimonio de que, por sobre todas las cosas, Mariátegui fue un ser excepcional. A pesar de los embates de la mala fortuna y de las dificultades que debió superar, siempre triunfó en él su bonhomía y su talante de hombre íntegro para no dejarse seducir por las vanidades de la vida.
Vivió austeramente de su trabajo y no comprometió su pluma ni sus convicciones a otros intereses que no fueran los que él consideraba fundamentales.
A ochenta años de la despedida final de Mariátegui, y no obstante el tiempo transcurrido, su vida y su obra siguen siendo objeto de estudio y análisis en el Perú y el mundo entero.
Comparte esta noticia