El drama del periodista y escritor italiano se convirtió hoy en el mejor ejemplo del peligro y las dificultades que entraña hacer periodismo de investigación.
El drama del periodista y escritor italiano Roberto Saviano, condenado a vivir bajo protección policial tras haber investigado a la Camorra napolitana en "Gomorra", se convirtió hoy en el mejor ejemplo del peligro y las dificultades que entraña hacer periodismo de investigación.
Saviano, de 30 años de edad, y sobre quien pende la amenaza de muerte de la mafia desde hace cuatro, fue el encargado de inaugurar hoy en Ginebra un Congreso Global de Periodismo de Investigación, con una intervención en la que dejó claro que no se arrepiente de haber escrito el libro a pesar de las consecuencias.
"Mi vida en detención constante muestra que las palabras tienen mucho poder", dijo, ante una audiencia de periodistas de todo el mundo, que asisten hasta el domingo al Congreso.
Las amenazas vinieron sobre todo tras el tremendo éxito que obtuvo "Gomorra", con más de 5 millones de ejemplares vendidos en 53 países, lo que le llevó a decir, en una conferencia de prensa posterior, que "esa es la nueva frontera del periodismo ahora: puedes investigar, pero cuando te haces demasiado popular arriesgas tu vida".
Con toda su familia obligada a trasladarse al Norte de Italia, y con diversos grados de protección, según explicó, Saviano reconoció que "no creo que sea posible vivir así durante mucho tiempo, porque después de un tiempo te encuentras vacío".
Y recordó las palabras que le dijo un día Salman Rushdie -el escritor anglo-indio amenazado por sus "Versos Satánicos"- de que "el único modo de seguir libre es buscar la libertad dentro de ti".
En la conferencia de prensa, comparó la situación en Italia respecto a la mafia, con la de México, por el peligro que corren los periodistas, pero dijo que "hablar de la mafia es peligroso en muchos países, como en Albania, Rumanía, Bulgaria, e incluso Francia".
Saviano también expresó el "dilema" que vive desde que la semana pasada el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, le acusara de dar publicidad a la mafia y de dañar la reputación de todo el país por haber escrito "Gomorra".
"Tengo el gran dilema de si debo dejar mi editorial (Mondadori, que publicó Gomorra y es propiedad del grupo de Berlusconi)", dijo.
"Hubiera entendido que Berlusconi me hiciera una crítica, pero no esa declaración general acerca de que hablar de la Mafia daña a todo el país", señaló, para agregar que "es paradójico" que en un país donde la mafia factura miles de millones al año, y donde hay políticos encausados por sus relaciones con ella, "el único culpable de la reputación del país sea yo".
"Hablar sobre la mafia no es una manera de promoverla, la única manera de luchar contra ella es decir la verdad, es hablar, es que se conozca, que esté en el ojo del huracán. Las palabras de Berlusconi son increíbles, es como decir que escribir sobre oncología promueve el cáncer", subrayó.
Y explicó que lo más trágico es que Berlusconi "representa la opinión de una gran parte de la sociedad. En el imaginario de una parte de Italia, cuando se habla de la mafia, se habla de nuestra tierra, y por eso hay que entender a Italia para entender a Berlusconi. El no es el artífice de la situación, es el resultado".
Entretanto, y custodiado permanentemente por los "carabinieri", dijo que está trabajando en su nuevo libro, donde quiere "descubrir cómo es el nuevo escenario del crimen organizado con ayuda de la globalización, cuáles son las conexiones entre las diversas organizaciones criminales, de Calabria, Sicilia, México, Bulgaria...".
El Congreso, que continuará hasta el domingo, ha sufrido algunas bajas de asistencia debido a las consecuencias de la erupción del volcán islandés, pero también faltará, por otros motivos, otro de los oradores estrella: el juez español Baltasar Garzón.
El magistrado anunció a los organizadores que cancelaba su prevista asistencia debido a que su actual situación, con tres causas abiertas en su contra en el Tribunal Supremo, "no le permite expresarse ante una audiencia de este tipo".
-EFE-
Saviano, de 30 años de edad, y sobre quien pende la amenaza de muerte de la mafia desde hace cuatro, fue el encargado de inaugurar hoy en Ginebra un Congreso Global de Periodismo de Investigación, con una intervención en la que dejó claro que no se arrepiente de haber escrito el libro a pesar de las consecuencias.
"Mi vida en detención constante muestra que las palabras tienen mucho poder", dijo, ante una audiencia de periodistas de todo el mundo, que asisten hasta el domingo al Congreso.
Las amenazas vinieron sobre todo tras el tremendo éxito que obtuvo "Gomorra", con más de 5 millones de ejemplares vendidos en 53 países, lo que le llevó a decir, en una conferencia de prensa posterior, que "esa es la nueva frontera del periodismo ahora: puedes investigar, pero cuando te haces demasiado popular arriesgas tu vida".
Con toda su familia obligada a trasladarse al Norte de Italia, y con diversos grados de protección, según explicó, Saviano reconoció que "no creo que sea posible vivir así durante mucho tiempo, porque después de un tiempo te encuentras vacío".
Y recordó las palabras que le dijo un día Salman Rushdie -el escritor anglo-indio amenazado por sus "Versos Satánicos"- de que "el único modo de seguir libre es buscar la libertad dentro de ti".
En la conferencia de prensa, comparó la situación en Italia respecto a la mafia, con la de México, por el peligro que corren los periodistas, pero dijo que "hablar de la mafia es peligroso en muchos países, como en Albania, Rumanía, Bulgaria, e incluso Francia".
Saviano también expresó el "dilema" que vive desde que la semana pasada el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, le acusara de dar publicidad a la mafia y de dañar la reputación de todo el país por haber escrito "Gomorra".
"Tengo el gran dilema de si debo dejar mi editorial (Mondadori, que publicó Gomorra y es propiedad del grupo de Berlusconi)", dijo.
"Hubiera entendido que Berlusconi me hiciera una crítica, pero no esa declaración general acerca de que hablar de la Mafia daña a todo el país", señaló, para agregar que "es paradójico" que en un país donde la mafia factura miles de millones al año, y donde hay políticos encausados por sus relaciones con ella, "el único culpable de la reputación del país sea yo".
"Hablar sobre la mafia no es una manera de promoverla, la única manera de luchar contra ella es decir la verdad, es hablar, es que se conozca, que esté en el ojo del huracán. Las palabras de Berlusconi son increíbles, es como decir que escribir sobre oncología promueve el cáncer", subrayó.
Y explicó que lo más trágico es que Berlusconi "representa la opinión de una gran parte de la sociedad. En el imaginario de una parte de Italia, cuando se habla de la mafia, se habla de nuestra tierra, y por eso hay que entender a Italia para entender a Berlusconi. El no es el artífice de la situación, es el resultado".
Entretanto, y custodiado permanentemente por los "carabinieri", dijo que está trabajando en su nuevo libro, donde quiere "descubrir cómo es el nuevo escenario del crimen organizado con ayuda de la globalización, cuáles son las conexiones entre las diversas organizaciones criminales, de Calabria, Sicilia, México, Bulgaria...".
El Congreso, que continuará hasta el domingo, ha sufrido algunas bajas de asistencia debido a las consecuencias de la erupción del volcán islandés, pero también faltará, por otros motivos, otro de los oradores estrella: el juez español Baltasar Garzón.
El magistrado anunció a los organizadores que cancelaba su prevista asistencia debido a que su actual situación, con tres causas abiertas en su contra en el Tribunal Supremo, "no le permite expresarse ante una audiencia de este tipo".
-EFE-
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