Entre los objetos exhibidos se encuentran la banda sonora que lo acompañó. También figuran algunas cartas personales y mensajes que le enviaban los seguidores de sus cuentos.
La Casa de la Literatura Peruana (Caslit) ha acondicionado tres salas temporales para la exposición Julio Ramón Ribeyro: la palabra del mudo, la que llega a su fin esta semana y en la que se recorre la vida y legado del autor de los Gallinazos sin plumas.
Entre los objetos exhibidos se encuentran la banda sonora que lo acompañó. Sus casetes de Los Panchos, de Celia Cruz; sus discos compactos con las arias de Pavarotti, las melodías de Brahms. Está el vino que le gustaba saborear y su mirada de tentado por el fracaso.
Aquí y allá se reproducen sus frases; sus manuscritos con anotaciones de puño y letra.
"Hace 30 años, cuando trabajaba en la AFP, cómo rogaba por tener tiempo libre para escribir, tiempo inútil ahora para mí y que los dioses me dan por irrisión, para castigarme de alguna culpa que ignoro", escribió en una hoja mecanografiada que aguarda tras una vitrina. Y, claro, no podía faltar su vieja máquina portátil Olympus.
O sus reflexiones de la vida en sus famosas Prosas apátridas, ese libro inclasificable. "Para un padre, el calendario más veraz es su propio hijo. En él, más que en espejos o almanaques, tomamos conciencia de nuestro transcurrir y registramos los síntomas de nuestro deterioro", dice.
También figuran algunas cartas personales y mensajes que le enviaban a este hombre parco los seguidores de sus cuentos.
Cruza el tiempo las infografías. El chico que se muda de Santa Beatriz a Miraflores se convierte en el joven que estudia en la PUCP, que parte a Europa por primera vez gracias a una beca. El hombre que vuelve al Perú en 1958 y se va a dictar clases en la Universidad de Huamanga. Luego, de vuelta a Europa, como periodista en la Agencia France Press (AFP) y embajador del Perú ante la Unesco.
Ribeyro ha sido traducido al inglés, francés, alemán, italiano, holandés y polaco, ha ganado el Premio Nacional de Literatura (1983), Premio Nacional de Novela (1960), Premio Nacional de Cultura (1993) y Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo 1994).
Es autor de Los gallinazos sin plumas (1955), Cuentos de circunstancias (1958), Crónica de San Gabriel (1960), Las botellas y los hombres (1964), Los geniecillos dominicales (1965), Santiago, el Pajarero (1965), los cuatro volúmenes de La palabra del mudo (1973-1992), Prosas apátridas (1975), Silvio en El Rosedal (1977), Atusparia (1981), Solo para fumadores (1987) y Dichos de Luder (1989), entre otros.
La muestra, que se presenta desde diciembre, va de martes a domingo, hasta el 4 de abril, de 10:30 a 19:00 horas, en la Caslit (Jr. Áncash 207, Lima). El ingreso y las visitas guiadas son gratuitos.
Fuente: Andina
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