María Kodama aclarará todas las dudas sobre la vida del escritor, y descartará "todo lo que mucha gente ha escrito o inventado" sobre él.
María Kodama, viuda de Jorge Luis Borges, confirmó hoy en Madrid que trabaja ya en un libro de memorias en el que relatará los años vividos con su marido y aclarará "todo lo que mucha gente ha escrito o inventado" sobre su vida.
Kodama cierra esta tarde en Madrid el ciclo de conferencias "El libro como universo" de la Biblioteca Nacional de España, con motivo de su tricentenario, con una conferencia en la que hablará sobre la influencia de las bibliotecas en el escritor argentino.
Coincidiendo con el 26 aniversario de la muerte de Borges, su viuda, en una rueda de prensa, aseguró que en esas memorias no trata de hacer "un ajuste de cuentas" con sus detractores, sino simplemente "aclarar -subrayó- todo lo que la gente ha escrito e inventado sin preguntarme nada".
Se tratará, dijo, de un libro en el que "todo va a estar documentado", aunque señaló que sus numerosos viajes impiden que ese libro tenga aún fijada una fecha de publicación.
María Kodama no quiso entrar a detallar cuáles de esas críticas han sido las que más le han dolido, si bien precisó que estaba "muy decepcionada" y que llegó a tener una "gran depresión" por "todo lo inventado", y aseguró que ahora ya ha superado esa situación.
La viuda de Jorge Luis Borges analizará en la Biblioteca Nacional cómo la biblioteca fue un tema recurrente en la obra de su marido, que la utilizó en el título y como tema central de uno de sus cuentos más famosos, "La Biblioteca de Babel", y en incontables textos a lo largo de su vida.
Borges, además, fue también director de la Biblioteca Nacional de Buenos Aires, aspecto que también destacará su viuda en la conferencia de esta tarde, en una intervención en la que analizará el papel de las bibliotecas en la obra y en la vida del argentino.
La presidenta de la Fundación Internacional Jorge Luis Borges aseguró que su esposo "no despreciaba" a ninguna obra o autor, aunque podía "no empatizar" con algunos pero incluso con estos guardaba "una actitud de comprensión".
"Podía criticar pero no despreciar", señaló la responsable del legado de Borges, quien puntualizó que para él la crítica "era un juego" precisamente por su personalidad "irónica y sarcástica que se aplicaba muchas veces a sí mismo".
Entre las influencias que recibió, Kodama destacó las lecturas que su abuela le hacía de la Biblia, aunque también "le gustaba mucho" Kipling, "El príncipe feliz" del dramaturgo irlandés Oscar Wilde o el filósofo alemán Arthur Schopenhauer.
Entre los escritores españoles, según su viuda Borges admiraba la literatura de Francisco de Quevedo o "El Quijote" de Cervantes, del que tenía "varias ediciones" que "releía continuamente".
Kodama se mostró apenada por la muerte ayer en París del escritor y periodista francoargentino Héctor Bianciottí, y recordó la amistad que les unió y sus frecuentes visitas a Jorge Luis Borges durante la enfermedad de este en Ginebra.
"Borges no sabía que él escribía; nunca le mostró nada de lo que había escrito", aseguró hoy la viuda del escritor argentino, quien prepara actualmente un libro con Andrew Wylie, agente literario de su marido, con sus conferencias.
Aunque no se atrevió a pronosticar lo que hubiera dicho Borges del actual momento de crisis, sí recordó que admiraba mucho el espíritu de Ginebra, la ciudad en la que murió, por ser un lugar en el siempre han convivido pacíficamente, respetando sus singularidades, personas con tres lenguas distintas y diferentes religiones.
EFE
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