Sociedad de Auxilios Mutuos del Niño Jesús de Muquiyauyo (Jauja) celebra los 189 años de independencia política del Perú, con la organización del XXII Concurso Regional de la Tunantanda.
Danza es Patrimonio Cultural del Perú. Este 29 de Julio 2016, la Sociedad de Auxilios Mutuos del Niño Jesús de Muquiyauyo (Jauja) -Los Pihuinchos- celebrarán los 189 años de independencia política del Perú, con la organización del XXII Concurso Regional de la Tunantanda en la Asociación Central Folklórica Puno (Av. Las Torres N°349 Ate). Participan los pueblos tunanteros como: Muqui, Muquiyauyo, Sausa, Aco, Tunanmarca, Huertas, Llocllapampa, Paccha, Junín, Masma, Yauyos Jauja, con el marco musical de la Orquesta Folklórica Nacional Intergalácticos Engreídos "La Súper Orquesta del Perú"
La Sociedad de Auxilios Mutuos del Niño Jesús de Muquiyauyo- Los Pihuinchos - es una institución tunantera del distrito de Muquiyauyo, Provincia de Jauja, ( Junín) ubicada en la margen derecha del hermoso Valle del Mantaro.
UN POCO DE HISTORIA
Según investigaciones, en 1880 se bailaba tunantada con los personajes del tunante, que representa al español; la chupaquina, que representa a la colla xauxa; y el cochinero, que representa al indio.
Personajes en escena
En esta multicolor manifestación popular de La Tunantada intervienen personajes típicos que danzan integrando una cuadrilla, al compás de una orquesta típica, con arpa, violines, clarinetes y saxos. La plaza donde se realiza la fiesta, es el único escenario en el Perú, construido exclusivamente para el baile y la coreografía de una danza, en este caso de La Tunantada.
En el baile de La Tunantada, las cuadrillas envuelven a los personajes que marcan distintos pasos al compás de una misma música o tono. Los pasos son semejantes pero no idénticos. Cada uno de los bailarines, si bien es verdad que siguen los modelos establecidos para cada uno de los personajes, realiza la interpretación independiente de los demás. Esta es una cualidad y característica que la diferencia de La Chonguinada.
A esto se agrega, que cada cierto número de compases, la música hace una parada o pausa y todos los bailarines quedan un instante inmóviles, como si posaran para un fotógrafo imaginario, lo cual le entrega a La Tunantada, una naturaleza radicalmente distinta a muchas otras danzas en grupo, donde los intérpretes efectúan movimientos iguales simultáneamente.
En este remolino de poesía, música, color y sentimiento, encontramos al gracioso indio Huatrila o chuto, al español tunante, a la colla o dama noble inca, la chupaquina; a la jaujinita primorosa de blanquísmos fustanes; al arriero Tucumano argentino viajando por los caminos del Perú con a ecuas de mulas llevando nuestro riquísimo mineral; al curandero o brujo, el jamille o boliviano con sus pócimas curativas; al leguleyo o tinterillo, el doctorcito; al selvícola el chuncho o anti; la puneñita; la cusqueñita, María Pichana, mujer símbolo de limpieza de los pueblos del valle, entre otros personajes, bailando cada cual a su estilo con el corazón y el alma, ataviados majestuosas y coloridas vestimentas.
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