El crecimiento económico de China se vio afectado en el tercer trimestre del año por la crisis energética y el caso Evergrande.
La economía de China se ralentizó en el tercer trimestre del año, creciendo solo 4.9% en comparación con el mismo período del año anterior, según la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS).
Este ritmo de crecimiento, más lento de lo previsto por los analistas, representa una desaceleración desde el avance de 7.9% que se registró China en el período de abril a junio.
"Debemos notar que están aumentando las incertidumbres del actual entorno internacional y que la recuperación económica interna aún es inestable y desigual", señaló Fu Linghui, portavoz de la ONS.
La razón de este lento avance se debe principalmente a los problemas del sector inmobiliario generados tras el caso Evergrande y la crisis de suministro energético.
En primer lugar los problemas del gigante inmobiliario Evergrande, con una deuda de más de US$ 300,000 millones, han reducido la inversión en segmentos como las nuevas construcciones o las ventas de viviendas.
Mientras que en septiembre se evidenció una escasez de energía por los problemas de suministro de carbón, principal fuente de energía de China, se han traducido en políticas de racionamiento en algunas importantes zonas de producción.
Pese a esto, la ONS señala que el impacto de la escasez de electricidad sobre la economía es "temporal" y que está "bajo control".
Asimismo, el banco central chino aseguró el fin de semana que cualquier impacto de Evergrande será controlable y que las autoridades están atentas a problemas con una posible falta de pago de algunas empresas.
En tanto instituciones internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) como el banco central chino estiman que la economía china crecerá en torno a un 8% este año, superando así el objetivo marcado por el Gobierno, de "más de un 6%".
(Con información de las agencias EFE y AFP).
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