La aspiradora es un electrodoméstico sumamente útil para la limpieza doméstica, pero usarlo de manera indiscriminada puede salir caro debido a que su consumo de energía es elevado.
Dependiendo de su tamaño y función, las aspiradoras tienen distintos requerimientos energéticos. Según las guías de ahorro energético de Osinerg y el Ministerio de Energía y Minas, los modelos de uso doméstico más pequeños pueden consumir alrededor de 600 W de potencia, pero otros pueden llegar a 1.300 W o incluso más. Por ese motivo, es fundamental que a la hora de comprar una aspiradora indaguemos sobre el consumo de cada modelo. Un aparato un poco más barato, pero que requiere más energía para funcionar, a la larga nos saldrá más caro, sobre todo si pensamos darle un uso intensivo.
No adquieras una aspiradora de alta potencia a menos que realmente la requieras. El gasto de energía de estos equipos es considerable.
Asimismo, manten limpios los filtros de la aspiradora y limpia regularmente su depósito. Si no lo haces, el motor se forzará más de lo necesario cada vez que uses el aparato. Esto, además de consumir más energía, acortará la vida útil de su aspiradora.
Del mismo modo, revise periódicamente las mangueras y accesorios de la aspiradora, y asegúrate de que estén en buen estado, pues esto también incide en un menor consumo de energía.
Finalmente, no uses la aspiradora más de lo necesario. Es decir, cuando tengas que remover polvo u otros tipos de suciedades difíciles (por ejemplo, los pelos que dejan caer las mascotas). Para trabajos más sencillos, opta por la franela, las escobas y el recogedor u otras herramientas que resultan más económicas.
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