El presidente Lula da Silva dijo que el programa contará con "participación decisiva del sector privado" y pondrá "toda la capacidad del Estado al servicio de los sueños" de los brasileños. "Hoy empieza mi gobierno. Hasta ahora lo que hicimos fue reparar lo que se había dañado", aseguró, en alusión a la herencia recibida de su antecesor, el ultraderechista Jair Bolsonaro.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, anunció el relanzamiento de un importante programa de obras que prevé inversiones públicas y privadas por 1,7 billones de reales (casi 348.000 millones de dólares), para poner al país "en la senda del crecimiento".
"Nuestro país necesita credibilidad, estabilidad y previsibilidad, y este programa proporciona estos tres ingredientes", dijo Lula al presentar el nuevo Pacto de Aceleración del Crecimiento (PAC), en Río de Janeiro.
Este programa ya había tenido dos versiones anteriores, lanzadas en 2007 y 2010, durante sus dos primeros mandatos como presidente (2003-2010).
Lula da Silva destacó que el programa contará con "participación decisiva del sector privado" y pondrá "toda la capacidad del Estado al servicio de los sueños" de los brasileños.
"Hoy empieza mi gobierno. Hasta ahora lo que hicimos fue reparar lo que se había dañado", aseguró, en alusión a la herencia recibida de su antecesor, el ultraderechista Jair Bolsonaro (2019-2022).
Los resultados de los dos programas anteriores habían sido mixtos, ya que una gran cantidad de obras planificadas tuvieron que detenerse debido a la falta de financiamiento.
"Potencia sustentable"
El presidente de Brasil dijo que el respeto al medioambiente se mantiene como una de sus máximas prioridades.
"Tenemos una gran oportunidad de convertirnos en la gran potencia sustentable del planeta, y la PAC contribuirá a eso. Más del 80% de la energía (necesaria para el trabajo previsto) es limpia".
El Gobierno planea invertir ahora 1,3 billones de reales hasta el final del mandato en 2026 (unos 265.000 millones de dólares), y 83.000 millones de dólares adicionales posteriormente.
Casi un tercio de las inversiones anunciadas debe provenir de sociedades con el sector privado y un quinto de fondos proporcionados por empresas públicas, como la gigante petrolera Petrobras.
Una de las prioridades de este nuevo PAC es retomar las obras ya iniciadas, pero paralizadas por falta de financiación.
El mayor volumen de inversión está previsto en el sector de la construcción (unos 125.000 millones de dólares), de los cuales más de la mitad se destinará a la financiación de viviendas sociales para el programa Minha Casa Minha Vida, una de las banderas de los mandatos anteriores de Lula.
El PAC también invertirá en proyectos de energía y transporte, en particular para carreteras, así como en educación y salud.
Para que los fondos sean liberados, el Gobierno depende de la aprobación final por parte del Congreso brasileño del nuevo "marco fiscal", una ley que reemplaza el Techo de Gastos vigente desde 2016.
(AFP)
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