El conde de Faber-Castell falleció a los 74 años. Formaba parte de la octava generación de la compañía, fundada en 1761.
El conde Anton-Wolfgang von Faber-Castell, rostro de la marca de lápices alemana Faber-Castell, falleció ayer en Houston. El emporio, cuyos lápices de colores y útiles están presentes en las cartucheras de estudiantes y los estuches de artistas en todo el mundo, queda en manos de su hijo mayor, que se incorporó a la empresa familiar hace dos años.
Como informó el portal web de Deutsche Welle, el conde de Faber-Castell, nacido el 7 de junio de 1941, se incorporó a la empresa familiar, fundada en 1761, tras estudiar Derecho en Zúricch y trabajar en el sector financiero en Londres y Nueva York. Formaba parte de la octava generación de la compañía.
La empresa alemana empezó sus actividades a mediados del siglo XVIII como un taller de carpintería y luego migró a la fabricación de lápices.
"En 1905 la única heredera de la fábrica de lápices Faber, Otillia de Faber, se casó con el conde Castell. Aunque los planes del noble eran hacer una carrera militar, tomó el mando de la fábrica de lápices heredada por su mujer, dedicándose de lleno a la fabricación de lápices. Con un toque militar y un buen concepto de marketing salieron entonces a la venta los lápices Faber-Castell 9000", cuenta DW.
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