La actriz estadounidense repasó pasajes de su vida después de que su matrimonio con Brad Pitt llegara a su final en el 2016.
Tuvieron seis hijos en común, fueron el centro de atención de la prensa hollywoodense y estuvieron unidos a lo largo de 12 años. Sin embargo, tras bambalinas se cocinaba una ruptura y, en septiembre de 2016, Angelina Jolie y Brad Pitt anunciaron su definitiva separación.
El divorcio no estuvo libre de complicaciones y el principal escollo fue la tenencia de sus hijos. Pero a cuatro años del fin de su matrimonio, Angelina Jolie decidió romper su silencio para contar a Le Figaro el resto de inconvenientes que debió vivir en aquel momento difícil.
“Fue un momento complicado, no reconocía en lo que me había convertido, era más pequeña, como insignificante”, dijo la actriz. “Sentía una tristeza profunda y real, estaba herida. Por otro lado, fue interesante volver a conectar con esta humildad e incluso esa insignificancia que sentí”, añadió.
La protagonista de “Tomb Raider” destacó que el distanciamiento con su entonces esposo fue progresivo. “Parece ser que todo se acaba yendo, que la magia del principio no es duradera y que el amor que tenía que primar por encima de todo se marchitó”, acotó.
Y a la separación, se sumaron otras dificultades. “Además de todo esto tuve algunos problemas de salud. Todas estas cosas te recuerdan la suerte que tienes de estar viva. Esta es otra lección más para transmitir a mis hijos: la idea de renovación y, sobre todo un posible regreso a la alegría de vivir. Tengo que redescubrir la alegría”, señaló.
MANTENERSE FIRME COMO MADRE
En diciembre de 2018, Angelina Jolie y Brad Pitt pudieron finalmente llegar a un acuerdo sobre la custodia de sus hijos. Los detalles de la tenencia se mantuvieron en secreto, aunque de acuerdo con las revelaciones de Jolie al mencionado medio este proceso la puso a prueba como madre.
“Cuando una pareja se rompe son muchos los problemas que trae y si, además, es un matrimonio consolidado con hijos, la preocupación de cómo estos llevaran tal trance es primordial”, afirmó. En ese sentido, la actriz de “Mr. & Mrs. Smith” mantuvo su rol de mamá a la altura de las circunstancias.
“Ese sin duda prevalece sobre todo. Por la mañana, me despierto mamá. Hoy, mañana otra vez y para siempre, porque una vez que te conviertes en progenitor perteneces a otros seres, ya no te perteneces por completo”, expresó.
Para la exesposa de Pitt, sus seis hijos condicionan su vida y solo cuando termine de ocuparse de su crianza podrá apostar por su trayectoria de manera integral.
“Sus necesidades y prioridades son mi prioridad, y estoy muy atenta a cualquier cosa que pueda influir o perjudicarlos. Por lo tanto, soy madre continuamente, y solo cuando están en la escuela puedo comenzar mi trabajo humanitario y político. Llamo a mi oficina, escribo editoriales para la revista Time… Una vez que todo esto termine finalmente puedo dedicarme al cine”, puntualizó.
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