La cantante estadounidense estuvo en los complejos de Giz y Keops, tras realizar un multitudinario concierto al sur de dicho país.
Beyoncé visitó anoche las pirámides de Giza acompañada por la máxima
autoridad de la arqueología egipcia, Zahi Hawass, después de ofrecer el
pasado viernes un concierto en el sur del país, no exento de
polémica.
Según una nota difundida por el Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto, Hawass explicó a la intérprete los últimos descubrimientos realizados en la zona. En el encuentro, que se produjo por petición de Beyoncé, el arqueólogo le comentó también el uso de nuevas tecnologías para descubrir los secretos de la gran pirámide, la del faraón Keops, de la IV dinastía (2575-2150 a.C).
Beyoncé, vestida con un traje blanco que le cubría el cabello, tuvo la oportunidad de conocer de primera mano la historia de los grandes faraones y de la esfinge.
El pasado viernes la cantante ofreció un concierto en el exclusivo complejo turístico de Port Ghalib, situado en la costa del Mar Rojo en el sur del país.
La actuación despertó cierta polémica en Egipto y fue criticada por los islamistas, que pidieron su suspensión por el atuendo y los movimientos sensuales característicos de la estadounidense.
No es la primera vez que Beyoncé levanta protestas en países de mayoría musulmana. En octubre, la cantante tuvo que aplazar el concierto que tenía previsto en Kuala Lumpur (Malasia) debido a la presión de radicales islámicos.
EFE
Según una nota difundida por el Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto, Hawass explicó a la intérprete los últimos descubrimientos realizados en la zona. En el encuentro, que se produjo por petición de Beyoncé, el arqueólogo le comentó también el uso de nuevas tecnologías para descubrir los secretos de la gran pirámide, la del faraón Keops, de la IV dinastía (2575-2150 a.C).
Beyoncé, vestida con un traje blanco que le cubría el cabello, tuvo la oportunidad de conocer de primera mano la historia de los grandes faraones y de la esfinge.
El pasado viernes la cantante ofreció un concierto en el exclusivo complejo turístico de Port Ghalib, situado en la costa del Mar Rojo en el sur del país.
La actuación despertó cierta polémica en Egipto y fue criticada por los islamistas, que pidieron su suspensión por el atuendo y los movimientos sensuales característicos de la estadounidense.
No es la primera vez que Beyoncé levanta protestas en países de mayoría musulmana. En octubre, la cantante tuvo que aplazar el concierto que tenía previsto en Kuala Lumpur (Malasia) debido a la presión de radicales islámicos.
EFE
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