Ocho días después de la impactante noticia de su muerte en Roma a los 51 años, hoy sus familiares, amigos y colegas se despidieron del actor de ´The Sopranos´.
Para albergar a las 2.000 personas que quisieron despedirse hoy deJames Gandolfini, Nueva York puso a su disposición una de sus mayores catedrales, la episcopaliana San Juan el Divino, un lugar "lo suficientemente grande para albergar un corazón y un espíritu enormes", aseguraron durante la ceremonia.
Una hora y media de funeral, oficiado por el deán de la catedral, el reverendo James A. Kowaski, despidió al protagonista de "Los Soprano", ocho días después de la impactante noticia de su muerte en Roma a los 51 años, víctima de un ataque a ese corazón que hoy sus familiares, amigos y colegas alabaron.
"Gracias por amarme y creer en mí. Te amo Jim, y siempre te amaré", decía su viuda, Deborah Lin Gandolfini, hablando todavía en presente, ante una parroquia en la que no faltaron miembros de su otra "familia", el clan mafioso de ficción formado por Tony Sirico, uno de los más afectados, Edie Falco, Joe Pantoliano, Dominic Chianese, Steve Schirripa, Aida Turturro, Vincent Curatola y Michael Imperioli, que quisieron despedir a su "patriarca" durante seis temporadas.
Después del adiós íntimo del miércoles en Nueva Jersey, hoy era el acto público y multitudinario en el barrio Moringside Heights de Manhattan, tras el cual diez hombres, entre ellos su hijo Michael, sacaron el féretro para enterrarlo en privado.
David Chase, creador de la serie que le dio la fama y un premio Emmy y que en algún momento diría que "el mejor cine está en la televisión", había sido invitado por la familia para que hablara del Gandolfini actor, pero no pudo evitar hablar desde la amistad de quien definió "como un hermano", con toda la connotación que lo familiar tenía, en la pantalla por su condición de mafioso, y en su vida, como ese "buen chico de Nueva Jersey".
"Nos unía nuestra entrega a la familia, al trabajo, a la comida, al alcohol... A las charlas, a la ira y al deseo de romper los esquemas", aseguró, en una ceremonia en la que no faltó el Salmo 23 ("el Señor es mi pastor, nada me falta") y una selección musical que fue desde "Bring Him Home", de "Los miserables", a una despedida con Brahams, no en vano con su melodía "O Welt ich muss dich lassen (Oh mundo, te tengo que dejar)".
Además de Chase y su viuda, hablaron desde el altar sus amigos Thomas Richardson y Susan Aston, que se dirigieron a una parroquia en la que también estaba el gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie.
Los admiradores de la serie, que comenzaron a llegar antes de las ocho de la mañana, cuando el féretro hacía entrada en la catedral, pudieron también rendir homenaje a quien les acompañó durante años a través de televisor. "De alguna manera siento que he perdido a un amigo, aunque sepa que en realidad no lo conocía", decía Vicky, una admiradora.
James Gandolfini, además de su apabullante currículum televisivo, había destacado en papeles secundarios en películas como "Killing Them Softly" o "Zero Dark Thirty", y en el teatro con "Un dios salvaje", por la que optó al Tony. Ayer, los teatros de Broadway se sumaban a la conmemoración atenuando las luces de sus marquesinas a las ocho de la tarde.
EFE
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