Periodista se confiesa en su libro ´El precio de ser Magaly Medina: Mi verdad en la cárcel´ y asegura que pagaba a las presas para que realizaran sus labores en el penal.
Magaly Medina narra parte de su historia en 200 páginas. Sus instantes en la cárcel, su relación con las otras presidiarias y el distanciamiento de su hogar la marcaron definitivamente.
"Cuando estaba en la cárcel veía el desconocimiento o la ignoracia de los periodistas sobre mi situación judicial (...) Todo eso me dolia muchísimo. Hasta El Comercio lo hizo. El periodismo que practicó conmigo fue detestable", sostiene la Urraca en las primeras páginas de su obra.
La conductora de TV afirma que le molestaba muchísimo que la tildaran de "reincidente" o que dijeran que había perdido el juicio con Deborah de Souza, situación que ella desmiente.
En el plano personal, Magaly cuenta que le dolía estar desconectada de su familia y no saber de su hijo Gianmarco. Incluso comenta que discutió con él para que no la visitará, pero él le respondió que ya tenía 25 años y esa era su desición.
Medina también menciona en su libro la llegada de su hermana Mariella al penal y como la prensa podía sacar conclusiones adelantadas: "Ella sufre de poesde pequeña. Un familiar tuvo que hacer cola por ella. Pero la prensa al ver que ingresaba directamente pensó que tenía privilegios".
La publicación no podía cerrar sin que Magaly agradeciera el gran apoyo de su compañero Ney Guerrero, quien estuvo pendiente de ella, sabía todos sus pasos y autorizó el ingreso de su psiquiatra al penal Santa Mónica.
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