El intérprete recuperó su libertad luego de pagar una fianza. Sin embargo, sus encuentros con la Justicia no han terminado.
El cantante mexicano Luis Miguel fue detenido este martes en California, Estados Unidos. La medida fue dispuesta por un juez federal que declaró su condición de desacato, tras no asistir a una audiencia programada el 17 de abril.
Según su representante legal, este se entregó a la Policía. Menos de tres horas después de su arresto, el baladista pagó una fianza de un millón de dólares para asegurar su liberación. Sin embargo, los tribunales lo esperarán el próximo 11 de mayo.
El origen de sus problemas. Se llama William Brockhaus, un estadounidense que trabajó para Luis Miguel como su mánager. En noviembre del año pasado, le ganó un juicio ante un tribunal de Nueva York por incumplimiento de contrato. Brockhaus alega que su ex jefe no le pagó sus honorarios tras la cancelación de una gira que estuvo programada durante el 2015.
En la resolución judicial se determinó que el acusado debía pagar un millón de dólares como indemnización. No obstante, el cantante siempre se negó a los dictámenes y a recibir los papeles de la demanda. Tras su resistencia a pagar, una segunda instancia ordenó el embargo de uno de sus autos: un lujoso vehículo Rolls Royce. Esta orden tampoco se cumplió.
Para el 17 de abril, el tribunal californiano esperaba su presencia, pero el requerido volvió a ignorar a la Justicia. Días después, el 21 de abril, el juzgado citó a Joe Madera, quien conoce a Luis Miguel por más de dos décadas. Este contestó preguntas respecto de lo que sabía sobre los bienes del artista.
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