El portavoz de defensa del Partido Laborista, Jim Murphy, cuestionó en todo caso el lenguaje utilizado por el hijo del príncipe Carlos y Diana de Gales.
El príncipe Enrique de Inglaterra, hijo del príncipe Carlos, heredero del trono británico, fue criticado por pacifistas tras revelar que, durante su segunda estancia en Afganistán como piloto de combate, disparó contra los talibanes y sugerir que posiblemente mató a algunos.
Las declaraciones del nieto de la reina Isabel II, publicadas tras anunciarse que su misión de cuatro meses en Afganistán había concluido, fueron calificadas de "arrogantes" por asociaciones pacifistas mientras la prensa alabó su valentía en combate.
La coordinadora de la coalición "Stop the war" (Parad la guerra), Lindsey German dijo que los comentarios del príncipe Enrique, de 28 años, son "estúpidos" y "arrogantes", y se preguntó "cómo sabe si a quienes mató eran realmente talibanes".
"En los últimos meses muchos civiles han muerto en ataques aéreos", apuntó German, que dijo que las palabras del príncipe muestran una actitud "arrogante e insensible hacia la muerte de afganos, quienquiera que sean".
Por su parte, la secretaria general de la Campaña para el desarme nuclear (CND), Kate Hudson, criticó que, después de más de una década de guerra, es "inaceptable" que los medios solo le den relevancia a un conflicto "sangriento" y "prolongado" cuando está involucrado un miembro de la Familia Real británica.
La mayoría de la prensa británica alabó la valentía del príncipe en sus portadas y destacaron unas declaraciones que han sido interpretadas como el reconocimiento de que Enrique ha matado a insurgentes talibanes.
"Sí, muchas personas lo han hecho. El escuadrón ha estado ahí fuera. Todo el mundo ha disparado. Si hay gente intentando hacer algo malo a nuestros chicos, entonces nosotros les dejamos fuera de juego" , contestó el príncipe tras ser preguntado por su papel en los combates.
El portavoz de defensa del Partido Laborista, Jim Murphy, cuestionó en todo caso el lenguaje utilizado por el hijo del príncipe Carlos y Diana de Gales.
"Fue ingenuo, quizá fue más sincero de lo que al Palacio (de Buckingham, residencia oficial de Isabel II) le habría gustado", apuntó Murphy.
Enrique, tercero en la línea de sucesión al trono, fue enviado el pasado septiembre a Camp Bastion, la principal base británica en territorio afgano, situada en la provincia meridional de Helmand.
En 2008 el príncipe Enrique estuvo diez semanas como subteniente en Afganistán, pero tuvo que regresar con antelación tras filtrarse en el Reino Unido la noticia de su presencia en ese país.
EFE
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