La actriz estadounidense de origen cubano no está en absoluto de acuerdo con su imagen de mujer guapa.Asimismo, revela que le gustaría ´interpretar a una monja´.
La actriz estadounidense de origen cubano Eva Mendes no está en absoluto de acuerdo con su imagen de mujer guapa y atractiva y asegura que no se encuentra "nada sexy" y que le gustaría "interpretar a una monja".
En una entrevista adelantada hoy por la revista alemana "TV Movie", Eva Mendes, de 35 años, se queja también de lo que debe luchar para conseguir un buen rol, ya que calcula que "un uno por ciento de los buenos papeles son para mujeres. El resto se lo llevan los hombres".
Además denuncia la discriminación racial que se produce en Hollywood, donde "hay estupendas latinas que no tienen oportunidad alguna debido a su origen".
Por otra parte, la protagonista de "Ghost Rider" y "The Spirit" comenta, no sin sorna, su experiencia con el realizador alemán Werner Herzog durante el rodaje de "Bad Lieutenant", su último filme.
"Fue una experiencia amarga", explica la actriz sobre el trabajo con Herzog, ya que -relata con ironía- "no hubo ataques de ira, gritos ni caprichos locos. Casi resultó aburrido".
Finalmente comenta que para prepararse para su papel de prostituta de lujo "me cité con "callgirls" que reciben a sus clientes en apartamentos de lujo. Así aprendí muchas cosas".
-EFE-
En una entrevista adelantada hoy por la revista alemana "TV Movie", Eva Mendes, de 35 años, se queja también de lo que debe luchar para conseguir un buen rol, ya que calcula que "un uno por ciento de los buenos papeles son para mujeres. El resto se lo llevan los hombres".
Además denuncia la discriminación racial que se produce en Hollywood, donde "hay estupendas latinas que no tienen oportunidad alguna debido a su origen".
Por otra parte, la protagonista de "Ghost Rider" y "The Spirit" comenta, no sin sorna, su experiencia con el realizador alemán Werner Herzog durante el rodaje de "Bad Lieutenant", su último filme.
"Fue una experiencia amarga", explica la actriz sobre el trabajo con Herzog, ya que -relata con ironía- "no hubo ataques de ira, gritos ni caprichos locos. Casi resultó aburrido".
Finalmente comenta que para prepararse para su papel de prostituta de lujo "me cité con "callgirls" que reciben a sus clientes en apartamentos de lujo. Así aprendí muchas cosas".
-EFE-
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