La ex estrella infantil de "Blanco y Negro" no puede descansar en paz hasta ahora. Nuevos actores y testamentos aparecen en escena.
Como si dos únicos beneficiarios no fuera suficiente, ¿qué tal un tercero?
Otro testamento de Gary Coleman ha aparecido, esta vez supuestamente elaborado en 2005, en la que el actor le deja todo a Anna Gray, cuyo nombre ni siquiera había llegado como una persona importante en la vida del actor hasta ahora.
El agente de Coleman, Robert Malcolm, le dijo a Entertainment Tonight, que fue el primero en obtener el testamento, que Gray era una querida amiga de la estrella de "Blanco y Negro" y quien en un determinado momento tuvo su propio dormitorio en la casa de Coleman en Los Ángeles y luego se trasladó a Utah cuando él conoció a su futura esposa Shannon Price.
Y cualquiera se puede imaginar cuánto le gustó ese gesto a Price.
"Cuando Shannon se instaló, la relación tuvo dificultades porque a Shannon no le gustaba el hecho de que hubiera alguien más en la vida de Gary", dijo Malcolm, "y, por supuesto, él se puso de lado de Shannon, y a Anna se le pidió que partiera".
Sosteniendo que ella estaba divorciada pero aún así tenía un matrimonio de hecho, luego que Coleman murió Price presentó ayer una petición para que se nombre un administrador especial de los bienes de su ex, sustentado el pedido en un documento de 2007 en la que era nombrada única beneficiaria de su patrimonio.
Pero hay otro documento escrito a mano hacia 1999 que nombraba como albacea de sus bienes al amigo de Coleman, Dion Mial, dejando todos sus bienes a la Fundación Millennium Edge. El documento se anuló y quedó sin efecto cuando Coleman y Price se divorciaron, según el abogado de Mial.
¿Se entiende hasta ahora esta historia?
De todos modos, mientras que el documento de 2007 dejó todos los activos, incluyendo su preciado modelo de tren, a Price, el testamento de 2005 establece que si moría antes que Gray, Coleman quería un cortejo conformado por los trenes de tres tiendas de California.
El documento de 2005 no menciona a Price o los padres de Coleman, quienes desistieron de tomar cualquier acción legal después de 1999 cuando dijeron que querían respetar los deseos de su hijo.
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