La pareja declaró su amor en "El Francotirador", programa que conducía Jaime Bayly. Aunque hubo críticas, el tiempo jugó a su favor: hoy viven en Estados Unidos, son padres de una niña y disfrutan de su matrimonio.
La televisión de señal abierta fue su vitrina y ahora las páginas de una revista su altavoz. En "El Francotirador" se entrevistaron y se presentaron en sociedad. Ella era una joven seguidora fiel, él un famoso conductor de televisión conocido como el Niño Terrible, así como por sus excesos y peculiar manera de pensar. A simple vista, un amor casi imposible.
No recordaremos las edades en ese entonces, pero saque su cuenta: hoy Silvia Núñez del Arco está a pocos meses de cumplir 30 años. Jaime Bayly, por su parte, tiene 53 años cumplidos. Era de esperar que ex esposa, hijas y hasta ex novios pegaran el grito en el cielo al enterarse de esta relación.
Aún así, Jaime Bayly continuó ventilando, fiel a su estilo, su historia de amor. Lo hizo a través de varias columnas y el libro "El Niño Terrible y la Escritora Maldita", en donde además cuenta un triste episodio con sus hijas mayores, Paola y Camila. Dicho sea de paso: en la Feria del Libro de Lima 2018 amenazan con revelar muchos más detalles en "Nunca seremos normales".
Bayly y Núñez del Arco eligieron el exilio. Los motivos, de acuerdo con el conductor y escritor, fueron políticos: tras la victoria de Ollanta Humala en el 2011, prometió irse del Perú y no volver hasta que deje de serlo. Lo cierto es que no vuelve hasta ahora, pues se encuentra instalado en Miami con Silvia y la pequeña Zoe, su hija.
"Yo te encuentro adorable. No pensé en volverme a enamorar de una mujer. Te pedí tener un hijo y te lo sigo pidiendo, ¿Qué más demostración que esa de que estoy verdaderamente enamorado de ti?", le había dicho en su programa meses atrás. Ahora viven en familia y utilizan como medio de comunicación las redes sociales y las columnas de Bayly.
En sus propias palabras, Jaime Bayly dijo que Silvia Núñez del Arco hizo que creyera en el amor nuevamente y, a pesar de la resistencia de su familia, persistió en su relación, la cual coronó con una boda en Miami. Hoy ambos se dedican a escribir, mientras que el 'francotirador' conduce un programa para latinos y Silvia se encarga del hogar y la pequeña Zoe.
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