El difunto Karl Lagerfeld prometió legarle parte de sus ganancias ─que se estiman en US$ 453 millones─ a su gata. ¿Es posible según la ley francesa? En EE.UU., Michael Jackson lo hizo con su chimpancé Bubbles.
El difunto Karl Lagerfeld era tan conocido por sus gafas de sol y su coleta plateada como por su gata, Choupette, amada y explotada a partes iguales por su propietario, que prometió en vida legarle parte de sus millones, pero ¿podría hacerlo?
"Tiene una pequeña fortuna para ella sola, es una heredera. Si me pasa algo, la persona que se ocupará de ella no estará en la miseria", dijo el diseñador de Chanel en 2015.
La gata ─un bello ejemplar de Birmania en color arena con más de 200.000 seguidores en Instagram─ es, como Lagerfeld decía, "una niña rica".
El diseñador alemán le procuró exhaustivos cuidados desde que llegó a su vida en 2011: su amigo Baptiste Giabiconi se la prestó, pero él se la quedó para darle una vida mejor, con dos damas de compañía, un guardaespaldas, chófer y una carrera de modelo que ha generado US$ 3,4 millones.
Aunque los detalles del testamento del "Káiser" no se conocen aún, en su último listado anual la revista alemana "Manager Magazin" estimó su fortuna en US$ 453 millones.
¿LEGALMENTE ES POSIBLE QUE LA GATA HEREDE?
"En el derecho francés un animal es considerado como un bien mueble con derechos particulares, pero no puede ser heredero. En cambio, se puede legar a una persona o una sociedad o asociación con la responsabilidad de ocuparse del animal", señaló el abogado especialista en derecho de sucesión, Xavier de la Chaise, del bufete español Omega Avocats.
Una persona puede recibir la herencia con un cierto número de obligaciones hacia el animal hasta su muerte, aunque la opción de la asociación es muy frecuente en Francia.
De la Chaise apunta que, de la misma forma, el dinero que la gata generó con campañas de publicidad tampoco fue a Choupette sino a su propietario Karl Lagerfeld.
Otra opción en la sucesión ─y menos probable conociendo las excentricidades del diseñador de Chanel─ sería que la gata fuese en sí la herencia para una persona determinada. Ese fue el caso del chimpancé de Michael Jackson, Bubbles, que se quedó con US$ 2 millones.
Aunque Lagerfeld vivió en Francia desde los años cincuenta, queda la opción de que el diseñador hubiera previsto en su testamento una aplicación según el derecho alemán, lo que permitiría que su fortuna fuera administrada por una tercera persona, como sucede en el caso de personas que están bajo tutela, señala la revista "L'Express".
No parece descartable, pues cuando los periodistas le recordaban que en Francia un animal no puede heredar respondía: "A mí me da lo mismo porque yo no soy francés". (EFE)
Comparte esta noticia