Todo el mundo está a la expectativa de la llegada del bebé real.
Hace ya cuatro años que el príncipe Guillermo y Kate Middleton se dieron el “sí quiero” en la abadía de Westminster frente a más de 1.900 invitados, incluyendo varios representantes de las principales casas reales europeas, y la pareja podría celebrar ahora de la mejor forma posible su aniversario de boda: dando la bienvenida a su segundo hijo.
Aunque se cree que la duquesa salió de cuenta hace ya cinco días, por el momento ella sigue adelante con su vida normal. De hecho, este martes Kate llevó al príncipe Jorge (21 meses) a nadar alrededor del mediodía conduciendo ella misma su Range Rover, para regresar justo después al palacio de Kensington.
Sin embargo, en el ala Lindo del hospital St Mary’s de Londres -donde nació el príncipe Jorge hace dos años- todo está preparado para su ingreso, incluyendo fuertes medidas de seguridad y guardias armados que rodean el centro médico, lo cual no ha hecho más que avivar los rumores de que el segundo hijo de los duques de Cambridge podría llegar al mundo en cualquier momento.
“La duquesa ya ha salido de cuenta, así que no es ninguna sorpresa que los guardias estén aquí. Es lo mismo que sucede con una visita real, la policía llega al lugar antes que la familia real. Solo que en esta ocasión no saben cuándo llegarán. Tienen que asegurarse de que el área está bajo control, habrán analizado el interior del hospital para familiarizarse con el lugar, las entradas y salidas, y qué opciones tendrían si se produjera un incidente. Estarán armados. En estos días, sería insensato que no lo estuvieran, incluso dentro del hospital”, explicó Dai Davies, exjefe del servicio de protección real, al periódico Daily Telegraph.
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