Este antigüo rostro de las telenovelas mexicanas encontró la verdadera felicidad lejos de la fama en Estados Unidos, con un trabajo que lo ha llevado a ser su propio jefe.
En los años noventa y principios de la década del 2000, Sergio Catalán cautivó a la audiencia mexicana con su carisma y actuación en exitosas telenovelas, siendo reconocido como un galán de la pantalla chica. Sin embargo, en un giro sorprendente, Catalán decidió dejar la fama atrás y buscar una vida más auténtica y sencilla en Estados Unidos.
A pesar de sus éxitos en la televisión mexicana, Sergio Catalán optó por emigrar a Estados Unidos, donde actualmente se gana la vida como vendedor de tamales, paletas y helados. Este cambio radical sorprendió a muchos, pero para Catalán, encontrar paz y escapar de la presión mediática fue su prioridad, llevándolo a establecer su propio negocio en Los Ángeles, California: "La Michoacana Premium Newhall".
Este emprendimiento que viene teniendo éxito en Estados Unidos, tiene más de 80 sucursales alrededor del país; ofrece una amplia variedad de productos que la posiciona como una de las mejores opciones al momento de probar parte de la gastronomía mexicana en el país norteamericano.
En su plataforma se puede leer que el negocio de Sergio Catalán es visitado por 100.000 personas al año.
Aunque su rostro ya no está en las pantallas de televisión, la nueva vida de Sergio Catalán demuestra que la verdadera felicidad puede encontrarse en la autenticidad y en seguir pasiones menos convencionales.
Su historia inspiradora refleja la valentía de abandonar las expectativas de la fama para perseguir una vida más genuina y llena de satisfacciones.
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