Veterano periodista dejará su programa a finales de año, pero seguirá en la brega con cuatro especiales para CNN al año y algo de radio. En su lita también está Bernard Madoff.
Con 50.000 entrevistas a su espalda, el veterano periodista Larry King declaró hoy en una conferencia en México que antes de bajarse del ring a final de año le gustaría poner en vivo frente al micrófono a figuras como Osama Bin Laden, Bernard Madoff y Fidel Castro.
El número uno en la lista del veterano periodista estadounidense -de 76 años, estrella de la CNN durante 25 años seguidos con su programa "Larry King Live"- sería Bin Laden, líder terrorista de Al Qaeda y responsable del atentado contra las Torres Gemelas en 2001.
Sin embargo, King dijo que de poderlo entrevistar "no empezaría por ahí (porque) se pondría a la defensiva, sino que le preguntaría por qué dejo su vida en una de las familias más ricas de Arabia Saudí para vivir en lugares como Afganistán", apuntó.
"Le haría reflexionar sobre lo que hizo, aprender sobre él, porque nadie se levanta en la mañana, se pone frente al espejo y dice: "Soy uno de los malos". Él no piensa que es malvado", valoró.
King abandonará su programa a finales de año, pero seguirá en la brega con cuatro especiales para CNN al año y algo de radio.
El presentador ofreció hoy una conferencia en Ciudad de México, invitado por el magnate mexicano Carlos Slim -el hombre más rico del mundo, según la revista Forbes- al evento anual que la Fundación Telmex, parte de su imperio, celebra con 10.000 jóvenes.
En ellos siempre hacen acto de presencia líderes de opinión y ejemplos de superación. Entre otros, este año contará con el director de cine James Cameron ("Avatar") y el ex secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU) Kofi Annan. Profundamente curioso, el interés de King por Fidel Castro, consideraciones políticas aparte, nace de que "ha gobernado un país durante más tiempo que nadie".
Pero, y dado que su programa es en vivo, lo difícil sería interrumpir los largos parlamentos del líder cubano, expresó. Otra de las figuras que entrevistaría sería Bernard Madoff, el estafador que volatilizó cerca de 50.000 millones de dólares durante dos décadas, confiados por multitud de pequeños y grandes inversores, entre ellos el propio King.
"Tampoco empezaría por preguntarle: "¿Dónde está mi dinero?", sino con "¿por qué, Bernie, por qué?"", dijo. King también señaló que si algún día decidieran salir a la luz, otra buena opción de entrevista serían los grandes capos mexicanos de la droga, para preguntarles por qué hacen lo que hacen.
Entre sus invitados han estado varios presidentes de países que manifiestan abiertamente su hostilidad hacia Estados Unidos, nación de cuyo periodismo King es todo un icono, con sus inseparables tirantes y su voz profunda.
"Entrevistamos a Hugo Chávez, Muammar Gaddafi y Mahmud Ahmadineyad el mismo día", recordó. "Tratan de dejar buena impresión, especialmente Chávez, que quiere gustar a la gente. A Gadaffi parecía darle igual, es el más difícil de los tres", dijo King, quien afirmó no tener prejuicios ni problemas a la hora de entrevistar a figuras hostiles con EE.UU.
El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, uno de los quebraderos de cabeza del Gobierno de Barack Obama, volverá de hecho al programa en septiembre, mientras que el propio magnate Carlos Slim tendrá su turno a fin de año.
En su plantel de entrevistados no han faltado históricos líderes políticos y mártires reverenciados en todo el mundo: Martin Luther King, Malcolm X y Nelson Mandela, por ejemplo. Sin embargo, le queda una espina clavada: nunca ha tenido a un Papa en el estudio.
"Del anterior (Juan Pablo II), recibimos un "quizás", fue esperanzador", aseguró.
Quien más impresionó a King fue, no obstante, un desconocido: el sargento McDonald de la policía de Nueva York, tetrapléjico tras un balazo. McDonald, relató el periodista, fue a la cárcel a visitar a su agresor, un joven negro de 20 años, y acabó adoptándolo para intentar hacer de él una buena persona. Con el tiempo, el joven se convirtió en policía.
"Nunca sé lo que voy a preguntar, ni preparo la entrevista en mi cabeza", reveló King.
En todo caso, sus reglas de oro son dos: no llevar sus ideas políticas al aire y evitar hablar de él mismo. "El yo no tiene cabida en una entrevista", sentenció.
EFE
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