Lindsay Lohan: Los excesos pasan la factura

La Lindsay Lohan cuya imagen circula alrededor del mundo en las últimas horas de este día es esa que ha sido arrestada por manejar ebria y ha estado varias veces en rehabilitación; es esa la de la prensa amarilla, la que cae ebria sobre un cactus y se va a bailar a Cannes cuando debería estar ante los tribunales en Los Ángeles; la misma a la que una camarera le dio un puñetazo en el rostro en el día de su cumpleaños.

Pero también está la otra Lindsay: esa que su madre defiende como una joven normal que crece en Hollywood; esa a quienes sus socios en el mundo de la moda describen como puntual, profesional y enfocada mientras se prepara para lanzar una colección de ropa juvenil; esa que Robert Rodríguez seleccionó para su próxima película, "Machete"; esa que asumió el papel que otras rechazaron: el de la leyenda porno Linda Lovelace en una cinta que ya da que hablar.

¿Cuál es la verdadera Lindsay Lohan?

Acaba de ser sentenciada a 90 días de cárcel que empezará a purgar el 20 de julio, lo cual puede significar que sus dos proyectos cinematográficos se evaporen, salvo que los directores y productores decidan esperar.

El escritor y director de la cinta sobre la leyenda del cine porno Linda Lovelace, Matthew Wilder dijo tener fe total en su estrella, pese a las críticas por seleccionarla. Aunque algunos habían dicho que no aguantaría el mes de rodaje, él estaba confiado en que Lindsay estaría lista para interpretar un guión difícil, con material a veces espeluznante. No contaba con la condena de la juez Marsha Revel.

Lohan estuvo a principios de junio en Cannes promoviendo su presencia en el filme de Wilder, "Inferno", pero luego dijo que le robaron el pasaporte y por eso no pudo cumplir con una comparecencia obligatoria ante el juzgado de Los Ángeles.

Poco antes de la sentencia, Lohan adoptó un postura que no sorprendió a sus conocidos: suspendió su relación con la publicista Leslie Sloane Zelnick. Y sobre eso, su manager, Jason Weinberg, hizo caso omiso a los repetidos mensajes de un reportero pidiéndole que defendiera a su clienta. Solo le quedó el Twitter para defenderse.

Una cosa sobre otra cada día y a la mañana siguiente otra vez el mismo plato.

Desde mayo de 2007, las autoridades estadounidenses están sobre ella por su vida llena de excesos y descontrol siendo una adolescente porque no había cumplido 21 años.

Se le ordenó una serie de terapias que cumplió a medias: faltó a siete sesiones de un programa de 27 semanas, luego que en mayo de ese año fue hallada ebria en un auto que chocó.

Dos meses más tarde fue detenida en Santa Mónica por manejar bajo los efectos del alcohol.

En agosto de ese año se declaró no culpable por manejar ebria y estar bajo la influencia de la cocaína.

Fue entonces condenada a la cárcel, donde estuvo 84 minutos por tratarse de un delito menor y se le impuso tres años de libertad provisional.

Pero debido a su ausencia a las clases de educación sobre el alcoholismo, se extendió en octubre de 2009 un año más la libertad condicional, que según la jueza y la fiscalía, ha violado en los últimos meses. Resultado: 90 días de prisión efectiva desde el 20 de julio y un nuevo programa de rehabilitación.

Solo le queda tener paciencia. La pregunta es: ¿resistirá?