La protagonista de La Teta Asustada reveló una vez más las heridas generadas en la población ayacuchana durante la época del terrorismo.
A diferencia de Fausta, personaje interpretado en el filme
En su nuevo disco titulado Warmi (mujer en quechua) ella revela la tristeza que albergan muchas familias por la pérdida de sus seres queridos.
"Oigo su voz, oigo su llanto, en aquel silencio el gatillo sonó, el casquillo rodó y la pólvora se esfumó y nunca más la guitarra volvió a cantar", expresa uno de los huaynos que formarán parte del álbum.
Su música también representa un llamado de atención a las autoridades. Aquellos que observaron y poco hicieron para poner fin a una guerra que tiñó de sangre la pampa ayacuchana.
En esa época era el presidente Alan García quien, según ella, cayó en la indiferencia "Cuando yo, o las mujeres lo escuchan hablar les hierve la sangre, es como que piensan 'si te viera, te mato, por tu culpa he perdido a mi hijo, por tu culpa pasó esto'", explica la actriz al recordar los tristes episodios contados por su madre.
"Yo lo veo como el presidente del Perú, no le tomo importancia a lo que dice o habla. Hay gente que se muere por conocer al presidente, tocarlo. Yo no siento eso", dijo Solier al suplemento Fama.
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