El actor Russell Crowe revela haber tenido más de un malentendido con directores con los que ha colaborado.
A Russell Crowe se le tiene en la industria por un tipo imprevisible, capaz de la mayor generosidad pero también de arrebatos coléricos, y quizá por eso muchos directores prefieren dejarle su espacio, conscientes de que el actor no soporta las intromisiones en su trabajo, como así reconoce.
"No soporto el exceso de control, no me gusta nada tener un director que me esté dando órdenes en todo. Si trabajas con un cineasta que tiene que meterse en todo, es que no entiende el medio y que no entiende cuál es mi trabajo", dice Crowe a Efe en una entrevista realizada durante el reciente Festival de Cannes.
Su último trabajo, "The Nice Guys", se estrena la próxima semana en varios países de Latinoamérica tras haber obtenido buenas críticas en su proyección en el exigente certamen de la Costa Azul.
El actor neozelandés, aunque australiano de adopción, recupera su clásico personaje de tipo duro, un matón cínico y con puños como martillos llamado Jackson Healy, pero que en esta ocasión es algo más torpe y sensible de lo habitual.
Le da la réplica Ryan Gosling con un personaje hilarante, otro investigador todavía más obtuso (Holland March), que sacará su perspicacia en los momentos más inesperados pese a su tendencia a caerse de las alturas y a meter la pata.
En el filme, el bruto pero noble Healy trata de contribuir a resolver la turbia desaparición de una joven en Los Ángeles a finales de la década de los 70, aunque no siempre logra encontrar la mejor forma de ayudar.
Crowe está convencido de que la mayor parte de la gente quiere sentir en sus vidas que está aportando algo, de que son útiles ya sea para su familia, sus hijos... aunque, como en el caso de su personaje, "a veces hay una oscuridad detrás de él que no conocemos, pero que está ahí".
"Lo que hay que entender sobre Jackson Healy es que hay un poco de asesino en serie en él", dice, antes de soltar una risotada.
Risas como las que protagonizaron la rueda de prensa en Cannes, donde Crowe y Gosling demostraron que la química que se aprecia en la película también existe en la realidad.
Una buena relación que se extendía también a la joven australiana Angourie Rice, que en el filme interpreta a la hija de Gosling, y que con solo 15 años planta cara con soltura a los protagonistas de "The Nice Guys". EFE
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